Ayer domingo 17, TV3 emitió un excelente reportaje sobre el caso Rosell, quien fue encarcelado de manera preventiva un periodo muy cercano a los dos años por unos delitos de los que en todo el proceso judicial no se produjo ni una sola evidencia o prueba de que se hubiesen cometido.
Hace años que cuando me refiero al sistema judicial español lo califico de podredumbre, y con frecuencia mantengo que el Poder Judicial no solo no es en absoluto independiente como corresponde al de un país serio y democrático, sino que en España la situación es mucho peor, porque la falta de independencia es tan absoluta que se puede afirmar sin equivocarse que el Poder Judicial no existe porque está totalmente integrado en el Poder Ejecutivo, llegando al extremo que los altos cargos judiciales toman sus propias decisiones y acciones en defensa de la unidad de España y el franquismo. Aparentemente la dictadura concluyó a los pocos meses de la muerte del dictador y se inició un sistema democrático, pero la realidad es que mediante el podrido sistema judicial el régimen del 78 consigue continuar actuando de manera similar a la dictadura: por un lado mandando a la cárcel a quienes no han cometido delito alguno, y por otro que en casos muy graves, como la corrupción del PP que además colocó la deuda pública y las finanzas del Estado en bancarrota, solo vayan a la cárcel los que son prescindibles mientras ni tan solo la policía persigue a la mayoría de ladrones.
Todo y que el reportaje emitido por TV3 es excelente hay un par de temas en los que yo habría insistido más, el primero es que en Brasil, país donde se produjeron los hechos, también se iniciaron procedimientos legales contra los acusados en España, pero fueron rechazados por falta de pruebas, y el segundo es que no se explicó suficientemente el siniestro historial de la juez Carmen Lamela, que precisamente cuando el proceso Rosell ya estaba en marcha fue ascendida a magistrada del Tribunal Supremo por su presidente Manuel Marchena, ambos excelentes ejemplos de la extrema podredumbre de la Justicia en España. Esta juez uso la Justicia y la Ley, burlándose de ambas, para mandar a prisión a quien no había cometido delito alguno por venganza, represalia o escarmiento, aparte el caso Rosell y otros, en el caso de Alsasua y fue la que inició el procedimiento y mando a la cárcel a los Jordis (Sánchez y Cuixart) por provocar una manifestación cuando lo que hicieron fue controlarla y finalmente disolverla, es decir, tal como hizo el Juez Marchena en el juicio-burla al procés, los mandó a la cárcel acusándolos de exactamente lo contrario de lo que hicieron.
Del reportaje resaltaría dos cosas, primero el cura de Soto del Real que tuvo muy buena relación con Rosell afirma que en las varias décadas que lleva en el puesto ha conocido infinidad de personas encarceladas injustamente sin razón alguna, lo que supone la confirmación de que continuamos en el franquismo con otra fachada, por parte de alguien que lo conoce a fondo. La segunda es que me enteré que Sandro Rosell recibió una propuesta de pacto del tribunal bajo la condición de que aceptase su culpabilidad y la rechazó, lo que por un lado hace más meritoria la lucha de Sandro Rosell contra la Justicia franquista y por otro lado es otro ejemplo de lo inmensamente podrida que está la Justicia, que cuando han decidido que se ha de condenar a alguien por algo indemostrable, que precisamente porque nunca ha ocurrido no hay forma de probar, ofrecen un pacto para que en los papeles se refleje su culpabilidad. No se puede jugar más sucio.