Vincent Lambert,
enfermo en estado mínimamente consciente tras un accidente, fue objeto de disputa
entre sus parientes: unos deseaban retirar la alimentación e hidratación, otros
no; el Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró que la
decisión de dejarle morir de los tribunales franceses no violaba el derecho a la vida
del paciente. Sin embargo, se le continúa alimentando gracias a
una resolución de otro tribunal francés, que ha especificado que el médico no es
un mero ejecutor de órdenes, apoyando la independencia profesional.
Se trata de una buena
noticia. Comentario jurídico detallado de Marta Albert.