Los niños contrario a lo que se cree son realmente propensos a tener escamas, terminología que se utiliza para nombrar el desprendimiento de la piel, que cuando se ocasiona en las partes donde hay cabello se conoce mejor como caspa.
La caspa puede originarse en la cabeza del niño por varias razones, algunos factores se ven influídos por la edad, si se la encuentra en los recién nacidos como una escama fina y seca se puede tratar basicamente de una descamación fisiológica que se presenta en la mayoría de los recién nacidos.
Los niños un poco mas grandes que presenten caspa pueden estar atravesando un período de dermatitis seborreica, que en ocasiones se acompaña de la formación de costras de enrojecimiento, dado que es un proceso de las glándulas sebáceas que en ocasiones se vuelve crónica.
Cuando los niños son más grandes y presentan caspa en la edad escolar la caspa más común es la de la escama fina, seca y abundante, que es producida por los hongos, en muchas ocasiones se ve acompañada por la caída del cabello y la comezón, con pequeñas pápulas y enrojecimiento.
Hay que considerar que en otros niños se puede presentar la caspa como uno de los primeros síntomas de la psoriasis, un problema de complejo origen que se caracteriza por placas de caspa con bordes enrojecidos. Esta última no tiene tratamiento fijo, debe considerarse el motivo por el cual se ha desarrollado, si viene por motivos orgánicos, metabólicos o emotivos, ya que en muchas ocasiones se produce a raíz de cuadros de estrés, por eso es mucho más común que se presente hacia la adolescencia.
Vía | Mi Pediatra
Foto | Swambo de Flickr