“Castellano” de Lorenzo Silva

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Esto es el relato de un viaje: de cómo, contra todo pronóstico, alguien que nunca tuvo noción de ser nada, en términos de adscripción colectiva, y que podría no ser quien lo narra, acaba siendo y sintiéndose algo.»
Lorenzo Silva

Cubierta de: ‘Castellano’

El debate historiográfico aún perdura, y para algunos historiadores la revolución de los comuneros se reduce a una revuelta antifiscal o un mero movimiento antiseñorial. Una visión que parece un tanto injusta con aquellos castellanos que se alzaron en armas contra el despotismo absolutista y dieron su vida por un orgulloso ideal de libertad y justicia. Este espíritu en buena medida moderno de los comuneros es la herencia o el legado que reivindicaban el primer liberalismo español que ponía la nación por encima del rey desde la primera Constitución de Cádiz. Y en ese mismo espíritu comunero reparó siglos después el presidente de la república Manuel Azaña, quien se inspiró en él cuando le tocó ser artífice de una nueva constitución.
En esa línea de reivindicación de los nobles ideales comuneros se inscribe Castellano, pero el recorrido que plantea Lorenzo Silva en esta obra es mucho más vasto y no se reduce solo al ideario de aquellos pioneros que lucharon por la dignidad y la justicia, sino que traza una larga cadena de filiaciones que llega hasta Unamuno, Menéndez y Pelayo, Antonio Machado, Miguel Delibes, Sánchez Ferlosio… Un completo retrato del alma de un pueblo que, pese a todo, no se rinde, y cuyo anhelo pervive en la lengua y en los sueños de Alonso Quijano.

La épica revuelta del pueblo de Castilla contra el abuso de poder de Carlos V culminó en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Las tropas imperiales arrollaron a las de las Comunidades de Castilla y decapitaron a sus principales capitanes: Padilla, Bravo y Maldonado. Aquella jornada marcó el declive definitivo de un próspero reino que se extendía a lo largo de tres continentes y cuya disolución dio lugar a un nuevo Imperio que se sirvió de sus gentes y sus recursos. Desde entonces, Castilla y los castellanos han sido vistos como abusivos dominadores, cuando en realidad su alma quedó perdida en aquel campo de batalla y ha languidecido en tierras empobrecidas, ciudades despobladas y pendones descoloridos.

El narrador de esta historia conduce entre la niebla por una carretera de la Mancha una fría mañana de invierno, cuando unos versos del poema épico Los comuneros de Luis López Álvarez en el estéreo, musicalizados por los integrantes de Nuevo Mester de Juglaría, irrumpen como una epifanía. Esos versos pulsan una cuerda muy íntima y despiertan al castellano dormido en su interior. Algo cuando menos curioso, porque se trata de un madrileño, tan andaluz y mediterráneo por familia paterna como de origen castellano por parte de madre, que además siempre se ha
mostrado renuente a cualquier cuestión identitaria o adscripción colectiva. ¿Qué ha ocurrido entonces?
Pues lo mismo que pronto te ocurrirá, a ti, lector, interpelado por ese mismo narrador en primera persona, a poco de emprender el viaje junto a él, montado en un relato de una fuerza arrolladora. Un viaje que se desdobla en dos dimensiones, en el espacio y en el tiempo. Por un lado, a través de la meseta castellana: Toledo, Segovia, Valladolid, Burgos… y un puñado de poblados empobrecidos de esa España vaciada que languidece con pendones descoloridos de sus antiguas glorias. Y por el otro, el relato que retrocede cinco siglos, en sutil contrapunto con el presente, para reconstruir con una nitidez casi cinematográfica la rebelión de los comuneros, la épica revuelta de las gentes de Castilla que se alzaron en armas contra la opresión de un monarca absolutista y sus abusivas demandas fiscales.

En los albores del siglo XVI, entre las primaveras de 1520 y 1522, las clases populares y medias y la pequeña nobleza de las ciudades castellanas, capitaneadas por unos pocos valerosos como Juan de Padilla, Francisco Maldonado, Juan Bravo o el obispo Antonio de Acuña se atrevieron a desafiar el inconmensurable poder de Carlos V. Frente a la ambición de intereses espurios y a la codicia sin límites de unos gobernantes intrusos que esquilmaban las Comunidades de Castilla, aquellos orgullosos caballeros se rebelaron en pos de su dignidad tras un sueño de libertad. Y pagaron muy caro la osadía, porque las tropas de Carlos V aplastaron a los revolucionarios en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521, y los caudillos comuneros fueron pasados a degüello.
Aquella derrota casi definitiva marcó el ocaso de un próspero reino y su lento declive, al tiempo que nacía el Imperio que bajo el poder de su césar victorioso se extendería por cuatro continentes. Sin embargo, ese anhelo de justicia y libertad de un puñado de bravos castellanos puede que no pereciera en el campo de batalla y aún perviva quizá un tanto aletargado en el carácter adusto de todo un pueblo, en una particular visión del mundo cifrada en una lengua hablada en la actualidad por más de quinientos millones de personas.

De todo eso trata Castellano, quizá la novela más personal y comprometida de Lorenzo Silva, tan ambiciosa y lograda como de difícil clasificación genérica. Una obra preñada de memorables escenas históricas y agudas reflexiones sobre el presente entretejidas con notable pulso narrativo. Un viaje a las profundidades del alma castellana, sin escatimar ni obviar sus claroscuros, porque en el arrojo y la valentía del espíritu de la meseta también anida la crueldad y la avaricia de los conquistadores, un viaje para traer a la superficie de nuestro presente los nobles ideales comuneros, y que es además un descubrimiento, por parte del narrador, de la inesperada filiación de unos antepasados, cuyo legado no le será ajeno a ningún lector. La herencia compartida por todos aquellos que habitan, como diría Carlos Fuentes, el ancho y vasto territorio de la Mancha.

Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.

Lorenzo Silva

El autor:
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es uno de los grandes referentes de la literatura contemporánea y sus novelas policiacas e históricas suman más de dos millones de lectores. Ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997), La sustancia interiorEl ángel oculto, El nombre de los nuestrosCarta blanca (Premio Primavera 2004), El blog del inquisidorNiños ferocesMúsica para feosRecordarán tu nombre y la «Trilogía de Getafe». Es autor del libro de viajes Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos y de Sereno en el peligro (Premio Algaba de Ensayo). Suya es también la exitosa serie protagonizada por los investigadores Bevilacqua y Chamorro, de la que El mal de Corcira es la última entrega, tras El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000) y La marca del meridiano (Premio Planeta 2012), entre otras. Junto con Noemí Trujillo, firma una nueva serie policiaca que han iniciado con Si esto es una mujer.

El libro:
Castellano ha sido publicado por Ediciones Destino en su Colección Áncora & Delfín. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 362 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo en el que Lorenzo Silva nos habla de su novela Castellano.


Para saber más:
https://www.lorenzo-silva.com/
https://twitter.com/VilaSilva
Lorenzo Silva en Wikipedia.