Utilizando el mismo criterio, se podría decir que tanto derecho tienen los españoles a nombrar castellano a su lengua como los mexicanos, venezolanos o argentinos de calificarla como mexicana, venezolana o argentina, por citar algunos ejemplos.Esto podría significar el primer paso para la fragmentación de un idioma, que por número de hablantes ocupa el tercer lugar entre las lenguas del mundo.
Fuente: elcastellano.org