Voceros del Departamento de Servicios de Protección Infantil de San Francisco informaron que Britney Campbell, de ocho años, fue removida de su domicilio el pasado fin de semana y está bajo cuidados de esta oficina.
La medida en contra de Kerry Campbell, de 38 años, se determinó tras una profunda investigación por la decisión de la madre de aplicarle la toxina presuntamente porque fue pedido por su propia hija.
Kerry, quien tiene preparación como enfermera y en belleza, explicó que su hija se había quejado de tener arrugas en expresiones en el rostro y que por esa razón le pidió que le aplicaran el fármaco.
"Mi hija de alguna manera no me pidió que se le aplicara el botox, solo me dijo que no le gustaba su cara que tuviera algunas arrugas y por eso decidí que se le inyectara", explicó.