Castillo de algodón, Pamukkale – Cotton castle, Pammukkale

Por Bertusvicus

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Finalmente cogimos el bus nocturno desde Göreme a Denizli y desde allí teníamos un minibús “gratis” a Pammukkale (literalmente significa castillo de algodón). Lo curioso de los autobuses en Turquía es que tienen varios servicios de minibuses gratuitos si compras el billete con ciertas compañías. En nuestro caso con Kamilkoç y Metro Turizm siempre nos han proporcionado autobuses gratuitos incluidos en el mismo precio, si no hubiéramos preguntado antes de comprar los billetes o en el viaje, hubiéramos tenido que pagar más. Así que dinero que nos ahorramos.

En Pammukkale no hay mucho que ver excepto las formaciones rocosas con sus piscinas y la ciudad de Hierapolis. Aunque todo esto te puede llevar un día entero fácilmente.

Llegamos por la mañana muy temprano y un poco cansados del viaje nocturno del autobús. Tan pronto como llegamos a la estación de autobús el minibús estaba esperando por nosotros, nos metimos en él. Esta vez el minibús parecía concertado y no era de la compañía y nuestras dudas se disiparon cuando llegamos a Pammukkale después de 20 minutos de conducción, el minibús nos dejó delante de la agencia de viajes donde estaban tratando de vender algún paquete turístico o billetes de autobús para los siguientes destinos. Como estábamos medio dormidos, esperamos un rato sentados en la agencia para despertarnos y después de que nos preguntarán si necesitábamos algo o si teníamos hotel nos dejaron ir. Eso sí con toda amabilidad e indicándonos donde estaba nuestro hotel, que se encontraba a 10 minutos de distancia, aunque para ser sincero todo se encuentra a 10 minutos de distancia ya que el pueblo en sí es muy pequeño.

Cuando llegamos a nuestro hotel, nos encontramos con que el recepcionista estaba durmiendo en el sofá y no quisimos despertarlo. Como tenía una urgencia mayor de ir al baño, nos fuimos al “bar” de enfrente a tomar un té, ya que la dueña si estaba despierta y estaba limpiando la terraza. Desde el bar vimos como más clientes llegaban al hotel y estos si que no tuvieron consideración en despertar al recepcionista, así que fuimos detrás de ellos para dejar nuestras cosas. Lo que notamos es que el nivel de inglés no era uno de los mejores, pero por lo menos nos entendíamos. Cómo no podíamos hacer el check in hasta las 11:30 pedimos de dejar nuestras mochilas en la recepción y así al menos podíamos ir a ver Pammukkale e Hierapolis sin tener que esperar.

Pammukkale e Hierapolis tienen tres entradas, sin saber porque la mayoría de las agencias recomiendan usar las entradas superiores, y no la que está al lado del pueblo. La única explicación lógica podría ser cargarte el coste del minibús… en nuestro caso subimos desde el pueblo a través de las “piscinas”. La entrada a Hierapolis y Pammukkale cuesta unas 35 liras (sobre 8 euros) pero no incluye entrada al museo (5 liras) ni a la piscina antigua (32 Liras) y está abierto de 8:00 a 21:00. Al ser primera hora de la mañana no había mucha gente en las “piscinas” así que las tuvimos casi para nosotros. Lo que es importante saber es que tienes que ir descalzo para subir por ellas, y hay guardias de seguridad vigilando que se respeten, con el pequeño problema de que existen zonas que resbalan un poco.

Los primeros por la mañana – Firsts in the morning

Dejamos nuestras pequeñas mochilas, cerca de unas piscinas y nos metimos en ellas. El agua sentado te llega hasta el pecho en las de mayor profundidad, así que no son muy profundas. Nos sentamos un rato y disfrutamos del agua, que a primera hora estaba un poco fría (son aguas termales en la zona), lo que nos hizo espabilar un poco y refrescarnos del viaje. Cuando fuimos a coger nuestras cosas estaban un poco mojadas, ya que había crecido el volumen de agua y empezaban a llenar las piscinas superiores y se llenaban las inferiores, por suerte las cogimos antes de que estuvieran completamente empapadas y no pasó nada más excepto tener un poco de color de la arcilla.

Seguimos subiendo por la pendiente entre las aguas termales y los pies pisando el agua arcillosa que le da el color blanco a las formaciones. En lo alto de todo había una “pequeña cascada termal” a la cual fuimos de cabeza para relajarnos con el chorro de la misma y el agua caliente. Nada mejor para acabar de despertar y además con esas vistas.  En lo alto de las formaciones calcáreas se encuentran los restos de la ciudad de Hierapolis y el castillo medieval. Nuestra primera visita fue ver la piscina antigua, donde puedes nadar entre columnas y restos de la época romana. La entrada es gratuita, sólo pagas por nadar. En todo el recinto sólo existen taquillas en la piscina, y para hacer uso de las mismas tienes que pagar la entrada de la piscina, así pues tienes dos opciones o pagar la entrada o cargar las cosas. En nuestro caso compramos una entrada, y dejamos las cosas en la taquilla, así podíamos movernos sin el peso adicional de las pequeñas mochilas y sólo con las cámaras.

Paseo por Pamukkale – Walk in Pammukkale

Toda la ciudad romana está construida enfrente de Pammukkale y esta se construyó como ciudad balneario para curar diferentes tratamientos contra el reuma, problemas gástricos, de músculos, etc. La ciudad en sí tiene uno de los teatros romanos mejor conservados del oriente próximo. La ciudad llegó a albergar un teatro y un anfiteatro, un gimnasio, termas, piscinas públicas. La ciudad siguió ocupada durante la época bizantina para ser más tarde abandona a causa de los terremotos que hubo en la zona. De los cuales aún son visibles varias fracturas en el suelo.  Los restos más importantes que se han restaurado hasta la fecha, son los baños públicos, que se usan actualmente como museo, parte de las murallas de la entrada sur con su acceso, el teatro, las termas de la basílica, la entrada norte, parte del cementerio con sus mausoleos, iglesia ortodoxa, y algún edificio menor. En la actualidad aún siguen restaurando la ciudad centrados en la zona entre el teatro y los baños públicos.

Basilica

Nuestro día en Pammukkale e Hierapolis fue bastante tranquilo visitando los restos de la ciudad, admirando las formaciones naturales, leyendo, nadando, tomando el sol. Como estábamos aún cansados sobre las 14:00 nos fuimos fuera para comer algo e ir al hotel a descansar y posiblemente usar la piscina del hotel. En el recinto de Hierapolis existen un par de sitios para comer, pero la calidad y el precio no era de lo mejor, es decir mala calidad y caró para lo que servían. Bajamos por las piscinas y esta vez estaban llenas de gente, así que bajando con cuidadito porque al final y al cabo tienes un barranco a tu derecha según bajas y mucha gente no presta atención a este pequeño detalle.

Un ejercito de hormigas – An ant army

En frente de la entrada hay varios restaurantes donde sirven varios menús. Comimos en Mustafa hotel restaurante un menú entero por 15 liras cada uno (3 euros :o), por un plato de hummus, con falafel, ensalada, salsa de yogurt y bebida. Había varias opciones, pero preferimos coger algo sin carne esta vez para variar.

Volvimos al hotel para ducharnos, dormir un rato y usar la piscina. Nos quedamos en la parte de dormir un rato, ya que prácticamente nos quedamos dormido hasta el día siguiente con unas breves horas despierto en las cuales me fui a ver Pammukkale de noche (no hay mucho que ver) y vuelta a dormir.

Después de desayunar y empaquetar nuestras cosas nos fuimos a coger el minibús que nos iba a llevar a Denizli, desde donde cogeríamos el tren (el tren y el minibús nos salía a los dos por 40 Liras y sólo un billete de autobús costaba 45 Liras llegando un poco más tarde). Los minibuses desde Pammukkale se cogen desde la calle Turgut Özal Bulvan, y desde cualquier punto de la calle, sólo tienes que estar atento a que pase un minibús y hacer indicaciones para que pare. Los minibuses pasan cada 15 minutos en dirección a Denizli y nos salió por 3.5 Liras cada uno. El conductor te puede parar en cualquier momento, y si no le dices nada te deja en la estación de autobuses de Denizli. Desde aquí a la estación de trenes es un paseo de 5 minutos, 10 si estás un poco perdido…

Un mar de arcilla – A see of clay

Piscina – Pool

Hierapolis

Decumanus

Teatro – Theater

Piscina antigua – Ancient pool

We finally took the night bus from Göreme to Denizli and from there we had a “free” minibus to Pamukkale (which means cotton castle). What is interesting with the buses in Turkey is that they have several free minibus services if you buy the ticket from a few specific companies. In our case, with Kamil Koç and Metro Turizm we always had free buses included in the price of the ticket, if we hadn´t asked before buying the tickets or during the trip, we would have had to pay more. So that way we saved money.

There is not much to see in Pamukkale except the famous rock formations with their pools and the city of Hierapolis. Despite this, one whole day can be easily spent there.

We arrived very early in the morning, a bit tired from our night trip in the bus. As soon as we got to the bus station, the minibus was waiting for us, so we went in. This time, the minibus seemed to belong to another company and not ours, but our doubts disappeared when we arrived to Pamukkale after 20 minutes, and the minibus left us in front of a travel agency, where they were trying to sell some tours or bus tickets to other cities. Since we were half asleep, we waited for a while in the agency to wake up and after they asked us if we needed something or if we had a hotel, we could leave. They were very nice and explained us where to find our hotel, that was 10 minutes away, but to be honest, everything is at 10 minutes distance, in this very small village.

When we arrived at our hotel, we found the receptionist sleeping on the sofa and we didn´t want to wake him up. Since I really needed to use the bathroom, we went to the “bar” across the street and had tea, since the owner was awake and cleaning the terrace. From here we could see more guests arriving to the hotel and these ones did not mind to wake up the receptionist, so we followed them and left our things. Given that we could not do the check in until 11:30, we asked to leave our backpacks at the reception so that we can go and see Pamukkale and Hierapolis without having to wait.

Pamukkale and Hierapolis have three entrances, for an unknown reason most of the agencies recommend using the uphill gates, and not the one that is close to the village. The only logical explanation is that they want to charge the price of the minibus… in our case, we went to the one close to the village and went up through the “pools”. The ticket for Hierapolis and Pamukkale costs 35 liras (a bit more than 8 euros) but it does not include the ticket for the museum (5 liras) nor the one for the antique pool (32 liras) and it is open between 8:00 and 21:00. Being quite early in the morning, there were not many people in the “pools” so we had them almost for ourselves. What is important to know is that you have to be barefoot in that area and there are security guards that are checking that this rule is respected, with the small problem that there are some slippery areas.

Los primeros por la mañana – Firsts in the morning

We let tour small backpacks close to some pools and we went in. If you are sitting, the water gets to your chest in the deeper ones, so they are not very deep. We stayed there a bit and enjoyed the water, still cold at that time (there are thermal waters in the area), that gave us some energy after the trip. When we went back to pick up our backpacks, they were a bit wet after the water volume went up and they were filling the superior pools that in the end were filling the ones downhill. Luckily, we took them before being completely wet and besides getting a bit of argyle color, nothing else happened.

We kept going up on the slopes, through the thermal waters walking in the water with argyle, which gives the white color to the formations. On the way up there was a “little thermal waterfall” where we went to relax in the warm water. Nothing better for being completely awake and having those views is a great plus. On top of the calcareous formations there are the ruins of the city of Hierapolis and the medieval castle. Our first visit was to see the antique pool, where you can swim among columns and ruins of the roman era. The entry is free; you pay only if you want to swim. There are lockers close to the pool, but in order to use them, you have to pay the ticket for the pool, so you have two options: you pay or you carry the things. In our case we bought one ticket and let the things in the locker, so that we could move more easily without the additional weight of the small backpack and just carrying the cameras.

Paseo por Pamukkale – Walk in Pammukkale

The whole roman city is built in front of Pamukkale and it was built as a spa city, in order to cure different illnesses, such as the rheumatism, gastric issues, muscle issues etc. The city itself has one of the best preserved roman theaters from the Near East. The city hosted in the end a theater and an amphitheater, gym, thermas, public pools. The city was occupied during the byzantine era, only to be abandoned later due to the earthquakes that were in the area. The consequences can still be seen under the form of fractures of the ground. The most important ruins that were restored until today are the public baths, which are now used as a museum, part of the walls from the Southern entrance, the theater, the thermas of the basilica, the northern entrance, part of the cemetery and it´s mausoleums, the Orthodox Church and some smaller buildings. They are still restoring the part between the theater and the public baths.

Basilica

Our day in Pamukkale and Hierapolis was quite calm, visiting the ruins, admiring the natural formations, reading, swimming, being in the sun. Since we were still tired, we went to eat something around 2PM and then went to the hotel to rest and possibly use their swimming pool. Inside Hierapolis there were some places to eat, but the price and the quality were not the best, meaning bad quality and expensive for what they were serving. We went down passing by the pools and this time they were full of people, so we were careful, because on the right side there is a gorge and many people don´t pay attention to this little detail.

Un ejercito de hormigas – An ant army

In front of the entrance there are several restaurants that serve different menus. We ate in Mustafa Hotel Restaurant a whole menu for 15 liras (3 euros), for a dish with hummus, falafel, salad, yogurt and a drink. There were more options, but we preferred eating something without meat, just to change a bit.

We went back to the hotel to take a shower, sleep for a while and swim in the pool. We got stuck at the sleeping part, since we practically slept until the next day with a few short hours of break, when I went to see Pamukkale by night (there is not much to see) and I went back to sleep.

After breakfast and packing our things we went to pick up the minibus that was supposed to take us to Denizli, from where we were taking the train (the train and the minibus were 40 liras for both and only a bus ticket costs 45 liras, arriving a bit later). The minibuses from Pamukkale can be taken from Turgut Özal Bulvan Street, and from anywhere on the street, you just need to pay attention if they pass and make a sign for them to stop. They are going to Denizli every 15 minutes and one ticket costs 3.50 liras. The driver can stop any time you want and if you don´t say anything, they last stop is Denizli bus station. From here to the train station there´s a 5 minute walk, 10 if you are a bit lost.

Un mar de arcilla – A see of clay

Piscina – Pool

Hierapolis

Decumanus

Teatro – Theater

Piscina antigua – Ancient pool

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