Castillo de Loarre, en el Reino de los Cielos

Por Atableconcarmen @atableconcarmen

 
 
No me gusta dejar las cosas sin terminar y me acabo de dar cuenta que todavía no había contado el final de nuestra escapada senderista de otoño, la cuál culminó con la visita al Castillo de Loarre, en el Reino de los Cielos.
¡Qué original, pensaréis! Este título seguro que os suena, no soy la única que lo ha utilizado. La diferencia es que si en la película de Ridley Scott, el nombre hacía referencia al aspecto religioso, yo lo he encontrado idóneo por el emplazamiento del castillo y por todo lo que desde allí se divisa.
Y es que algo o mucho de dramático, en todos sus aspectos, si que tiene.
  
  
 
 
  Teníamos que volver a casa, era el día más triste de todos los viajes, el día de la vuelta y queríamos alargarlo al máximo. Nos desviamos unos cuantos kilómetros de la ruta, tampoco demasiados, y nos acercamos a Loarre.
Comenzamos a divisarlo ya, unos cuantos kilómetros antes de llegar. Allá arriba, dominante, como un vigía.
Como era día festivo, no eramos los únicos que habíamos tenido la feliz idea de visitarlo y, cuando nosotros llegamos, el grupo con la visita guiada hacía unos minutos que había partido. No admiten reservas, ya lo pregunté unos días antes, y hacía algo de frío, así que decidimos no esperar, coger una audioguía y hacer la visita por nuestra cuenta.
Estuvo bien y es una buena alternativa.
 
    
  Loarre se encuentra en la provincia de Huesca, y su castillo medieval es de los más espectaculares que he visitado. Es un castillo medieval, así que entiéndase "espectacular" por su ubicación, conservación y grandiosidad, no vayamos a esperar mobiliarios, cortinajes y otros tipos de decoración.
Nada más verlo, sí que vi en él un castillo de película, y se entiende rápidamente por que fue el elegido. Desde él, viendo las tierras a sus pies, el horizonte sin fin, amplio hasta donde alcanza la vista, no cuesta imaginar a los caballeros galopando a lomos de sus caballos, la polvareda que levantaban y el ruido de sus armaduras. De ahí que lo defina como un castillo dramático, en un emplazamiento dramático, todo era de película.
 
    
  Se construyó sobre unas ruina romanas, en un gran promontorio de piedra caliza, muy cerca de los Pirineos, en el límite de lo que era tierra cristiana y pasaba a ser tierra árabe.
El castillo está rodeado por fuertes muros, dando lugar a una espectacular muralla, de hecho está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. 
La muralla es de planta irregular, con 10 torreones circulares y uno cuadrado, pero lo primero que avistamos en cuanto que atravesamos la muralla es la Torre Albarrana, también Torre del Homenaje, que fue una torre de vigilancia.
 
    

 
 
  Enseguida entramos el castillo a través de una puerta que da lugar a una imponente escalera cubierta y decorada con una cenefa de ajedrezado jaqués. A ambos lados de la escalera encontramos una estancia, la de los guardias y la de la Cripta de Santa Quinteria.
 
    
      
Unas estancias dan lugar a otras y puede que pases dos veces por el mismo sitio, incluso siguiendo las indicaciones de la audioguía. No importa, hay que verlo todo. Disfrutar de la Capilla Real, observar detenidamente la Torre de la Reina, de clara influencia mozárabe, y no dejar de subir al Mirador de la Reina. Su nombre ya nos pone en alerta, impresionantes las vistas del valle que desde allí se pueden observar.
  
 
  
 
 
 
 
 
 
  Merece la pena perderse por las estancias, detenerse en lo que fue la parte original del castillo, el Patio de Armas, y prestar atención a lo que la audioguía nos va descubriendo, muchos detalles y curiosidades: la Iglesia de Santa María, estancias militares, lo que fueron las cocinas, el aljibe, la torre norte ... 
En esos momentos en que hay menos visitantes, casi que te lo puedes imaginar, puedes oír los cascos de los caballos, el ruido de los aceros, el ajetreo de las cocinas, el sonido que produce la cuerda cuando el cubo se desliza hacia el interior del aljibe y es que es tan fácil de imaginar. Es un escenario de película, sin duda alguna.
 
  
 
 
 
La forma perfecta de cerrar nuestra escapada senderista de otoño.
Etapas de este viaje:

Otras rutas por la zona:
  • Lanuza, su Embalse y Hotel La Casueña
  • Del Embalse de La Sarra al Ibón de Respomuso, en el Valle de Tena 
  • Descubriendo el Pirineo Bearnés, el Valle de Ossau

 Bon Voyage!