De sillajero y origen musulmán, entre los siglos IX y XI el castillo cambió de manos varias veces: Alfonso II, Sancho Carcía, Almanzor, Alfonso VI, … El Cid lo bautizó como “Peña mui fuert” según su Cantar. En el siglo XV la conquistaron los navarros y la recuperó para Castilla D. Alvaro de Luna, tras una cruenta batalla que destruyó villa y castillo.
El castillo tenia 4 plantas y dos murallas. La interior protegía la piedra sobre la que se levanta la torre (aquí estaba la alcazaba árabe) y el recinto interior; solo queda en pie un tramo. La exterior protegía el patio de armas e iba desde la Torre del homenaje, de un piso con chimenea y terraza, hasta las torres de la entrada de las que solo quedan las bases.
El recinto interior mide 130 mts x 30 mts x 12 mts de alto; la entrada era un arco con torre cuadrada a cada lado. Dos aljibes para recoger agua de lluvia y dos escaleras empotradas en los muros completaban el conjunto; la entrada era la ventana sobre la puerta. Unos túneles, hoy tapados, comunicaban el castillo con las iglesias de Santa Maria del Rey, la Trinidad y San Salvador.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.