Castillos en el Aire 347, en el que disfrutamos del reggaeton

Y en el que volvemos a llenar el estudio de voces y de amigos
Y es que para eso estamos en Castillos en el Aire, para disfrutar de la radio, hacer muchos amigos, conocer proyectos muy interesantes y convertirnos en una especie de Celestina moderna (y menos interesada y fea que la original, esperamos) con la que unir amigos para ir haciendo cada vez un grupo más grande y mejor avenido.

Esta semana nos acercamos a conocer el "Sueño de una noche de verano" propuesto por Voadora, una compañía rompedora y transgresora que actuará en unos días en el Centro Dramático Nacional con la idea de hacernos llegar la igualdad y la necesidad de aceptar a todo el mundo entre algunas de sus reflexiones sobre el escenario.
Nuestro Sabio de Cabecera, Rafael Rodríguez, no pudo venir a la radio por razones de salud, así que ocupamos su espacio recomendando algunos de los últimos tebeos que han pasado por nuestras manos y que son de lo más recomendables (para leer y recomendar coñazos ya hay otros medios que cobran para ello).

Nos acercamos a "Poetas de Huelva por la Paz", un proyecto en el que anda involucrada nuestra compañera Marina Uceda, que nos lo contó estupendamente. Nos enamoramos de la voz y de la poesía de Vera Moreno, que nos regaló algunos versos de "La naranja entera" desde ¡¡un supermercado!! Lo que no evitó que resultase una auténtica delicia conocerla y escucharla.
Ángel García vino en representación de la redacción de "Libros Libres", una nueva revista en papel y en digital que intenta recuperar el sabor de lo pulp y aventurero de los fancines literarios, con mucha ilustración y muchos amigos.
Acogimos una vez más a Alfonso Vinuesa, que era director del área de Cultura de Móstoles y ahora es concejal mostoleño y sigue peleando por hacer llegar Cultura de todo tipo a todos sus vecinos y visitantes.
Y en La Galería del Castillo, rizando el rizo, acogimos a Diego Tello y a Cristian Araque que nos regalaron dos temas de sus nuevos trabajos y consiguieron que la pobre Samanta no quisiera contarnos todo lo que tenía para nosotros.