Castlevania Lords of Shadow: Resurrection

Publicado el 03 agosto 2011 por Portalgameover

Una vez terminado Reverie, analizado en su momento,  estaba deseosa de que saliera el segundo y último DLC de Castlevania: Lords of Shadow. Los chicos de Mercury Steam nos prometieron un gigantesco enemigo con el que desgastar a base de bien la cruz de combate; y con el que saciar las ansias asesinas que nos quedan al concluir la historia de Laura.

Tras eliminar a los tres Señores Oscuros  y, una vez abierta una brecha en el espacio, nos disponemos a encontrar y a acabar con El Olvidado. El demonio liberado del que la hija de Carmilla nos advirtió.

Este DLC, a diferencia de Reverie, es claramente un reto de habilidad. En el primero básicamente nos entretuvimos en hacer unos cuantos puzzles durante un par de horas y nos quedamos con las ganas de encontrarnos con grandes desafíos de batalla. En Resurrection tendremos que hacer uso de nuestras habilidades para plataformear y luchar hasta la más pura desesperación. Y es que incluso los enemigos secundarios son duros de pelar.

La aventura se divide en dos fases cuyo planteamiento se basa en persecuciones y peleas. Empezamos en la prisión, luchando contra unos cuantos enemigos pequeños con los que vemos inmediatamente que vamos a sudar la gota gorda porque son bastante difíciles de superar. Comenzar a jugar teniendo que utilizar un cristal como remedio para no caer en la desesperación después de haber muerto unas cuantas veces es bastante inquietante.


Accedemos a una sala donde aparece ante nosotros, saliendo del magma, una gigantesca armadura que no dudará en fulminarnos en cuanto nos vea. Es El Olvidado, y nuestra misión es seguirle. En eso consistirán las zonas de persecución: en ir tras él lo más rápido posible evitando trampas y escondiéndonos de su vista haciendo uso de un amplio abanico de habilidades (de las cuales a mi ya se me habían olvidado la mitad).
Y, efectivamente, en la primera lucha con El Olvidado sudamos toda la gota gorda porque es un enemigo muy fuerte y con muchos ataques distintos (algunos casi imposibles de esquivar). Además, la idea es que nos carguemos un punto débil, así que no podremos atacar a discreción, sino que tendremos que centrarnos en darle en un sitio concreto de su anatomía mientras evitamos lo  mejor posible sus ofensivas.


Tras esta primera parte, bajamos al Inframundo y el esquema se vuelve a repetir: vamos a la caza de El Olvidado intentando que no nos detecte. Más plataformeo exigente, unas cuantas esquivas y accedemos a un nuevo campo de batalla que es todo un desafío para machos fornidos. Yo lo confieso… tuve que bajar la dificultad a fácil porque, tras casi cuarenta minutos dándole estopa, me resultaba imposible acabar con él.

En esta última batalla, además de ampliar su repertorio de ataques y hacerlos en un orden prácticamente imposible de prever, tenemos que hacer uso de habilidades como las defensas perfectas, puñetazos y lanzamiento de jabalina (shooter style) en el momento exacto, preciso… y desesperante. Que no es que esté mal hecho, es una batalla formidable, pero a mi me pareció exageradamente difícil. Además, puede que para muchos sea una chorrada, pero yo para apuntar necesito la mira invertida y aquí  no se me daba nada bien apuntar al enemigo porque no estoy acostumbrada a la mira normal. Que ya sé que para 20 segundos de juego no vas a poner la opción, pero es muy irritante. Y sobre todo cuando sabes que te quedan dos pedos para terminar con él.


Y ahora es cuando viene la pregunta del millón: “Reverie fue corto, ¿y Resurrection?”. El juego, en lo que a cantidad de acontecimientos se refiere, es corto. Lo que lo hace largo es la abominable dificultad que lo acompaña y, en total, durará, como mucho, unas dos horas y pico.
Lo cierto es que, cuando lo terminé, me quedé un poquillo chafada; igual que cuando vi el final de Reverie, pero con la diferencia de saber que este era un auténtico final, que ya no va a haber más historias.

Merece mucho la pena jugarlos porque explican un poco más la historia de Gabriel.  Son contenidos bonitos, entretenidos, variaditos y me parece una buena  forma de contarla.  Además, entre los dos DLCs hay una experiencia bastante completa. Y no os hablo de los gráficos y las cinemáticas porque son igual de maravillosas que siempre. Si acaso una mención especial al diseño de El Olvidado, que es una pasada.

Pero, igualmente, se me hizo muuuy corto (y sí: ya sé que soy una mariquita que tuvo que bajar la dificultad).
Mi opinión es que lo ideal hubiera sido lanzar un DLC que incluyera Reverie y Resurrection juntos con un precio un poco más ajustado. Mi recomendación sería que, quienes dudéis si haceros con ellos, os esperéis a una edición GOTY (que han dicho que es posible que salga) con todo el contenido para pasároslo de un tirón.