De los vinos probados un servidor ya conocía en E. Valerio de 2005, vino del que soy distribuidor para Galicia y que he vendido en mi tienda desde el corazón y el respeto a un proyecto genial que, a cada añada, va a dar mejores frutos. Se trataba entonces de conocer, y poner en comparativa con otros vinos (mas como muestra de referencia que con verdadero afán competitivo) la próxima añada de E. Valerio Viñas de Amburza de 2006 y el nuevo vino de la bodega, del que la producción va a ser mínima, Emilio Valerio "El Palomar" de 2006. Este fue el resultado.
Ochoa "Mil Gracias" de 2006. Monovarietal de Graciano. Fermentación a temperatura controlada y maloláctica en barricas de roble francesa y americano mas crianza durante nueve meses. Se asomo dispuesto, fácil, abierto y con una exhuberante nariz, muy compleja, llena de matices y fruta roja muy madura. Ligeras notas de tostado algo agradables y una insultante juventud aún. En boca resulta ya menos extremado, de trago mas sencillo pero también sin la misma "gracia". Bueno, bonito, barato (12 euros en tienda, ma o meno).
Emilio Valerio de 2006. Como siempre agricultura biodinámica y coupage de diversas proporciones de Cabernet Sauvignon, Merlot, Garnacha y Graciano, de unas viñas con una edad media de 35 años orientadas al sur. Crianza en barrica durante unos 11 meses, roble francés. El salto hacia adelante es manifiesto y patente al primer asomo a la copa. Presenta la misma fruta característica en el 2005 (en la foto), moras y tostados muy sutiles. En boca es donde mas se presenta el verdor y la juventud del vino. Acidez marcada, como en el 2005 cuando lo tome por primera vez hace mas de un año (ahora ya empieza a resultar espectacular pero... )que aventura un exitoso futuro. Necesita algo de tiempo pero pinta de miedo.
Emilio Valerio "El Palomar" de 2006. Viñas centenarias (algunas de edad indefinible) sobre todo de Garnacha, mas Merlot y Graciano (nada de C.S.). En nariz es directamente genial. Trazas de cacao, hierba seca y algunas mas propias de la Merlot bordelesa, cuero y animal, todo en una inexplicable conjunción que lo vuelve agradable, pleno, que te llena y te cubre. En boca mientras es ligero pero con carácter, cálido, de agradable paso, muy goloso y acidez muy matizada y agradable. Es un gran vino, seguramente dentro de la docena de los mejores que haya probado (si, cierto, no he probado tantos, pero me ha emocionado), y promete cosas que, si sigue la senda de sus hermanos, ofrecerá aun con el tiempo en botella ¿cuales?. Pues no lo se porque, ahora, esta ya directamente estupendo.
Este fin de semana, como siempre hubo mas. De algunos hablare a lo largo de la semana si puedo. De otros no voy a hablar, no se me enfade nadie y después se dediquen a mentir a diestro y siniestro o a mentar lo malisimo que soy. Solo diré, por lo tanto, que probé unos 15 vinos entre el viernes y ayer noche. Me gustaron sin mas seis, dos me parecieron muy buenos y uno excepcional. De los demás, uno fue corriente, y los otros imposibles salvo uno que debería ser directamente delito.
Así fue la cosa.
*Fotos. La del Ochoa de elvinet.wordpress.com. La del E. Valerio básico es de Joan Gómez Pallares y la del viñedo de una web de la Junta de Castilla y León.