Cata de los vinos de Bodegas Numanthia. Un Lujo.

Por Smiorgan
El pasado jueves tuve la oportunidad de asistir a una de las catas especiales que Bodega Selección de Alicante está realizando con motivo de su primer aniversario. Una cata restringida a sólo doce personas que fueron invitadas personalmente por los responsables de la enoteca, a los que agradezco sinceramente el haberme permitido participar en ella. Bodegas Numanthia nace allá por 1998 de la mano de la familia Eguren, con dos hermanos, Marcos y Miguel, decididos a obtener el mejor vino posible, la máxima expresión de la fantástica casta Tinta de Toro. Tras los 100 puntos otorgados por Jay Miller a Termanthia 2004, la bodega acabó siendo adquirida por el grupo de lujo LVMH. La Bodega posee actualmente unos 50 Ha de viñedo en propiedad y controlan otras 50 Ha, repartidas casi en 100 propiedades, en localizaciones que conforman unos 5 terroirs bien definidos plantados todos ellos con Tinta de Toro y con cultivo 100% ecológico no certificado. Las cepas van desde los 35 hasta los más de 100 años de edad, habiendo varios viñedos prefiloxéricos y viñedos cuya historia se puede certificar hasta 1939 o incluso 1920. Pero, como nos dijo Daniel del Río, uno de los enólogos de la bodega a cargo de las viñas, en esta zona no se conoce la edad de muchos de los viñedos, si no cuántas generaciones de la familia han pasado desde que se plantó. Poseen además un pequeño viñedo de 4,7 Ha situado en Argujillo, a unos 850 metros de altitud, con suelos arenosos y pedregosos, y cepas de más de 120 años, que es la joya de la corona de la casa, y que da origen al vino más famoso de la bodega. Cada uno de los 5 terroirs que la bodega identifica como distintivos se vinifica por separado atendiendo a sus peculiaridades. Se deja arrancar la fermentación con levadura indígena, y luego se siembra con levadura seleccionada neutra. Se utiliza siempre roble francés, de distintos toneleros y tostados, salvo para Termanthia, en el que se utilizan barricas de un único tonelero, y que tienen unas características particulares. Además de la indudable calidad de los vinos, si algo tuvo de especial esta cata fue la presencia del ya mencionado Daniel, enólogo responsable de los viñedos de la bodega, y un apasionado de la viña, del terroir, de respetar el trabajo de la naturaleza y de dejar que sea ésta la que se exprese en el vino. Tras la fantástica introducción de Daniel, entramos en materia y pasamos a catar los tres vinos que elaboran en Bodegas Numanthia. Empezamos con Termes 2010 (DO Toro, tinto con crianza 100% Tinta de Toro), el vino elaborado a partir de las cepas más jóvenes, con una media de unos 30 - 35 años. Fermentación en acero, para luego pasar sin sulfitar a barricas donde reposa unos 7 meses y hace la maloláctica, pasando luego a barricas de 2º año con una proporción variable de barrica nueva, donde hace una crianza de unos 16 meses y llegado el momento se embotella sin filtrar. Se trata de un vino de color rubídeo, de buena capa, con un ribete rubídeo granatoso. En nariz es intensamente frutal, con piel de uva, frutas negras, hierbas de monte (tomillo) y balsámicos. En boca es un vino seco, aún bastante tánico, de buena presencia, frutal y de buen final. Mejoró con el tiempo en copa, domándose un poco. No demasiado complejo, pero siendo un vino agradable, quedó eclipsado por lo que vino luego. Estará mucho mejor el año que viene. Pasamos al vino que originalmente era el único que iba a elaborar la bodega. Viñedos con una edad media de unos 100 años, vendimia manual en cajas, fermentación en acero y crianza de unos 19 meses en barricas nuevas para luego embotellar sin filtrar, dan origen a Numanthia 2010 (DO Toro, tinto con crianza 100% Tinta de Toro). De color picota rubídeo de capa media alta, con ribete rubí, muy bonito. Aromas intensos, elegantes y complejos, marcando a copa parada vainilla, cuero y balsámicos, y apareciendo después fruta negra licorosa y tomillo, para evolucionar en copa hacia la aparición de algún barniz y especias. En boca es un vino potente, de buen cuerpo, con una acidez fresca, frutal, carnoso y tánico, pero con un tanino elegante que pulirá muy bien. Un vinazo con mayúsculas que estará en plenitud dentro de unos 5 años. Terminamos la cata con la joya de la corona de la bodega, el vino de los 100 puntos en la añada 2004. Uvas de un pequeño viñedo de 4,7 Ha, a 850 metros de altitud, con unos 120 años de edad. Termanthia 2010 (DO Toro, tinto con crianza 100% Tinta de Toro) se elabora mediante despalillado manual, fermentación en depósitos troncocónicos abiertos de madera tras pisar la uva con los pies. Paso a barrica nueva durante unos 7 meses sin sulfitar, maloláctica, y paso nuevamente a barricas más nuevas para una crianza de unos 11 a 12 meses. El resultado es un precioso vino de color picota, de capa algo más baja que sus hermanos, con ribete aún algo amoratado; unos colores totalmente distintos a los de los otros dos vinos. Nariz muy intensa, con algo de lácticos, fruta negra, cacao, hierbas de monte y notas minerales. En boca es un vino lleno, frutal, carnoso, fino y elegante, con un tanino dulcísimo impresionante, y un final larguísimo. Un auténtico lujazo de vino, totalmente disfrutable ya, pero que en un par de años puede ser una explosión. Podríamos concluir, como ya dije en alguna red social, que Termes es frutosidad, Numanthia es potencia controlada, y Termanthia es elegancia y finura. Un muy buen vino y dos auténticos vinazos que reflejan con clase y calidad lo que puede dar de si esta zona vinícola.