Pago del Vicario es el resultado de la iniciativa de los hermanos Barco, continuadores de la tradición familiar iniciada por su padre. Es una bodega relativamente joven, que lanza su primera añada en 2006, y que se ha ido extendiendo desde su Ciudad Real originaria a otras zonas como la berciana Cacabelos. Poseen unas 130 Ha de viñedo en Ciudad Real, y un complejo en el que además de la bodega, hay un restaurante y un hotel de 4 estrellas.
Ya he comentado aquí algunos de sus vinos, entre ellos su Rosado de Petit Verdot, que me gustó mucho.
En esta ocasión los vinos nos fueron presentados en Bodega Selección de Alicante por José Antonio Frías, sumiller y delegado comercial de la bodega, quien aparte de una breve charla introductoria sobre la historia de la bodega y la amplia gama de vinos que elaboran, dirigió de forma muy amena e interesante la cata, en la que hubo lugar a distendidas charlas y discusiones acerca de distintos aspectos de la elaboración de los vinos.
Empezamos la cata con un vino que ya había sido probado y comentado por mí en relación a una de las catas mensuales a las que suelo asistir; pero en esta ocasión pudimos realizar un análisis más pausado. Go de Godello 2009 (DO Bierzo, blanco con crianza, 90% Godello y 10% Doña Blanca, Soto del Vicario) es un vino blanco fermentado en barrica y con una posterior crianza de 4 meses en barrica de segundo año. Tiene un bonito color amarillo alimonado, brillante, con reflejos dorado pálido, y ya a la vista se adivina su densidad. A copa parada nos da aromas tostados, de frutos secos y de fruta de hueso, y al agitar nos aparecen una fruta blanca muy madura, puntas de bollería y un leve recuerdo muy sutil de hidrocarburos. En boca tiene una buena entrada, es un vino graso, amargoso, de buena acidez, que nos da en boca recuerdos muy discretos de la fruta blanca, y que tiene un largo final. Un vino interesante, aunque se puede hacer algo pesado, y creo que la barrica enmascara un poco el verdadero carácter de la Godello.
Seguimos con otro vino que ya había probado en su añada 2009, y del que se nos presentó la última añada. Pago del Vicario Penta 2010 (VT de Castilla, tinto con crianza, 48% Tempranillo, 30% Cabernet Sauvignon, 10% Merlot, 10% Syrah y 2 % Petit Verdot; Pago del Vicario) se elabora con uvas sometidas a una maceración de 10 a 15 días y con una posterior crianza de 5 meses en roble francés. Además, y según se nos explicó, aproximadamente un 10% del Tempranillo es vendimiado y vinificado antes de su maduración completa ("vino enverado"), con el fin de aportar un plus de acidez. Tenemos un vino de color cereza oscuro, con ribete violáceo. A copa parada, buena intensidad aromática con mucha fruta roja fresca, mentolados y puntas lácticas, y luego aparición de hierbas de monte y violetas. En boca no gustó demasiado, ya que aunque muestra un agradable frescor inicial, se revela como un vino algo agresivo, secante, de buena acidez y frutal, pero con un punto de verdor que no me ha convencido. Mejoró mucho con el tiempo, apareciendo en nariz notas dulzonas de caramelo y toffee y haciéndose bastante más agradable. Hay que hacer notar que catamos unas botellas que se habían embotellado esa misma mañana y que habían viajado el mismo día.
Pasamos a un vino bastante más serio, Pago del Vicario Syrah-Graciano 2007 (VT de Castilla, tinto con crianza 90% Syrah y 10% Graciano; Pago del Vicario). Antiguamente llamado Monagós, se elabora con una maceración de unos 21 días y posterior crianza de 12 meses en barrica de roble francés y americano. Se trata de un vino de color picota muy cubierto, casi negro, con ribete granatoso. En nariz nos muestra ahumados, fruta negra, pimienta, alguna punta cárnica y dejes minerales, apareciendo luego algo de brea y hierbas aromáticas. En boca tiene una buena acidez, de cuerpo medio, marca su paso por madera, en retronasal nos recuerda la fruta negra y el final tiene un tanino marcado. No está mal, pero creo que aún puede mejorar en botella.
Terminamos con el vino top de la bodega, Agios 2005 (VT de Castilla, tinto con crianza, 90% Tempranillo y 10% Garnacha, Pago del Vicario). 21 días de maceración y 12 meses de crianza en barricas de roble francés para un vino de color picota bien cubierto que ya empieza a virar a caoba, en centro y ribete. A copa parada es un vino delicado y elegante, con fruta negra madura sobre todo, y que al agitar da paso a las notas de crianza, como ahumados, cuero, sotobosque, y a fruta compotada y puntas mentoladas; luego aparecen notas como de brea y hierbas aromáticas. En boca tiene un cuerpo medio, es elegante, frutal, con recuerdos ahumados, buena acidez, tanino presente pero elegante y muy bien integrado. Un vino ya muy redondo que me ha gustado mucho.
Cuatro vinos de perfiles muy distintos, con detalles interesantes, sin que ninguno me llegue a enloquecer. El más interesante el Agios, que creo que tiene además una buena RCP.
José Antonio nos resumió un poco la línea maestra de la bodega diciendo que elaboran "vinos fáciles de entender y fáciles de beber". Estoy de acuerdo.