A raíz del tratado de Chateau-Cambresis (fijado el 2 de abril de 1559), que puso punto final a la guerra entre España y Francia, se organizaron casi a la vez dos bodas en París y grandes festejos por todo lo alto.Como fruto de esa alianza se concertaron dos matrimonios:-Manuel Filiberto, duque de Saboya, con Margarita, duquesa de Berry, hermana de Enrique II.
-Felipe II de España con Isabel de Valois, hija de Enrique II y Catalina de Médici. La paz consolidó la hegemonía española.
El enlace por poderes, en nombre del rey de España con Isabel de Valois tuvo lugar en Nôtre Dame el 22 de junio de 1559 en presencia de toda la corte francesa. Las celebraciones incluyeron banquetes, bailes y bailes de máscaras, que se celebraron en los tres palacios parisinos: Les Tournelles, residencia de Enrique II, el Louvre y el Palais de la Cité. El compromiso oficial de Margarita de Valois, hermana de Enrique II, con el duque de Saboya, se produjo el 28 de junio. El matrimonio quedó fijado para el 2 de julio. Por lo tanto, durante los nueve días que separaban las dos bodas, se celebrarían, durante cinco días, justas y torneos. Era la diversión predilecta del rey Enrique, quien mostraba una habilidad excepcional sobre la liza. Aquellos días su intención era participar en las justas y divertirse.Afligida, la reina había mandado llamar al gran Nostradamus, quien había confirmado la premonición y predicho la muerte de Enrique II en sus Centurias. Esa controvertida Cuarteta de la Centuria I, 35, publicada en 1555, pregonaba lo siguiente:"El león joven vencerá al viejoEn un campo de batalla o en un duelo singular;Perforará sus ojos a través de una jaula doradaDos heridas en una, y tendrá una muerte cruel."
"Le lyon jeune le vieux surmonteraen champ bellique par singullier duelle,dans cage d'or les yeux lui crévera.Deux clases: une. Puis mourir, mort cruelle."
El miedo de Catalina era sincero. Su marido la intentó calmar diciéndole que no se trataba más que de un torneo, de una justa, no de un duelo. Al fin y al cabo, en las justas, el objetivo desmontar al contrincante, no herirlo. Aparte, ¿cuantas veces el rey había participado en torneos?, ¿acaso alguna vez le había pasado algo? Enrique no creía en las premoniciones, para él casi nunca acertaban. A pesar de todo, su esposa no se dio por vencida y cada mañana le rogaba que no participase en los combates. Enrique respondía con una sonrisa. Les dijo a Catalina y a Diana de Poitiers que tenía planeado competir en un recinto cerrado para instruir a los caballeros jóvenes a combatir con valor.
Kent, Princesa Michael: Diana de Poitiers y Catalina Medicis, rivales por el amor de un rey del Renacimiento, La Esfera de los Libros, Madrid, 2005.
González Quevedo, Oscar, O Poder da Mente Humana: A Face oculta da Mente, Volumen 5, Ediçoes Loyola, Sao Paulo, Brasil, 1968.
http://hugomantilla.org/yahoo_site_admin/assets/docs/La_muerte_de_Enrique_II_de_Francia.1890708.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Paz_de_Cateau-Cambr%C3%A9sis
http://www.esoterismo10.es/nostradamus-muerte-de-enrique-ii/
http://en.wikipedia.org/wiki/Luca_Gaurico