Awixumayita con su libro “Engaño progresivo”. Fotografías de Jesús Díez.
“Engaño progresivo” es el poemario de Adriana Bañares, más conocida como Awixumayita. El libro pertenece a la colección Maravillas Concretas, que coordinan los poetas Eduardo Fraile y Antonio Piedra, publicado por la fundación Jorge Guillén. Ruta 42 habló con ella a propósito de la presentación de su libro, su inspiración como artista y, en definitiva, sus poemas.
La primera pregunta parecía recurrente, al menos para quienes no conocen a la joven autora; y es de dónde viene el nombre artístico con el que firma sus versos. “Es una degradación de ‘I will survive mine’”, cuenta ella. “Tiene significado en mi infancia y en mi adolescencia, con quince años”. Y precisamente su libro trata de ello, de su infancia, y de su evolución hasta el día de hoy. Pero también de sus miedos, según confiesa, “los poemas hablan del tema onírico, hipocondría y miedo a la muerte sobre todo”.
“Engaño progresivo” no es la primera publicación que firma Awixumayita. Primero llegó “La involución crítica” que es un híbrido con una parte de relatos y otra de poemas, inspirados después de una ruptura sentimental de la autora: “por eso yo los llamo desgarros”. Tras ella, vino “La niña de las naranjas. Palabra de Awixumayita”, un diario de ficción.
Este último libro se centra en la enfermedad. Porque para Awixumayita, la enfermedad va en progreso, “y cuando digo enfermedad me refiero a autoengaño también, me refiero a lo que te destroza”, confesaba la autora. “Engaño progresivo quiere decir cómo nos alimentamos de mentiras desde siempre”.
Pero si le preguntan por la poesía como engaño, la autora responde que ésta “puede ser más verdad que lo otro”. Confiesa que se siente más cómoda con el verso libre; “lo siento como algo impostado, si pienso en escribir con rimas”. Reconoce que su poeta favorito es el portugués Al Berto, pero que sus influencias vienen dadas por otros mucho más sitios, “del cine, de la música sobre todo”, afirma.
La inspiración también llega en los viajes, como aquellos llenos de nieve, a veinte grados bajo cero. Awixumayita hablaba de su año como ERASMUS en Alemania, “así no se podía andar en tacones”, bromeaba. Pero sí escribir poemas, y de hecho “Dans in Bayreuth” es su pieza favorita en este último de sus poemarios publicados, el que ella ha terminado por denominar “un catálogo de desengaños”.
La autora, recitando uno de sus poemas.
Dafne Calvo
Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.
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