Catálogo de padres

Por Mamaquesabe @mamaqsabe

Esta podría ser la visión de una madre que, con su experiencia de adulta, se viste de niña para hacer su propia adaptación de la clasificación general de los padres que dan algunas personas cuando suelen diferenciar tres tipos: autoritarios, permisivos, o padres con autoridad. Otras clasificaciones como la que E. Fodor, M. Morán y A. Moreles establecen en su libro Todo un mundo de sorpresas atienden a: padres maduros, autoritarios, sobreprotectores, directivos, permisivos o ansiosos.

Lo que yo creo es que intentan establecer algo tan complejo como es el comportamiento de los padres en algo más simple para poderlo estudiar, pero precisamente por esta complejidad, creo que todos tenemos un poco o mucho de cada tipo. Y sobre todo, siempre podemos modularnos

Mi particular visión…

  • Padres montaña: los veo y son inmensos, gigantes; me dan la sensación de majestuosidad, pero al mismo tiempo me hacen pensar todo lo que tengo que hacer para alcanzar su cumbre. Soy todavía demasiado pequeña para hacer el camino sola, pero quieren hacerme fuerte sin saber que tengo miedo. Me agobia saber todo lo que tendré que hacer para alcanzarlos, así que empiezo por rodearlos para encontrar el camino más fácil de llegar a ellos. Y en lo que los rodeo, me pierdo los mejores años de estar a su lado…

Ains, ¿qué hago, qué hago…? ¡si nunca parece que acierto!

  • Padres pulga: sé que los tengo encima, los noto a cada paso y me agobian. No consigo poder verlos con admiración porque son demasiado pequeñitos, y me gustaría hacerlo para mostrar lo orgullosa que estoy de que siempre quieran estar conmigo, pero tengo su presencia constantemente y a menudo me pongo muy nerviosa: me rasco por aquí y saltan por allá, me pica arriba y enseguida abajo, tan pronto están en el lado izquierdo como en el derecho… y a veces intento no hacer nada para evitar sentir su presencia, pero tengo tantas ganas de hacer cosas que siempre acaban saltando de nuevo. La gente cree que tengo tics, pero no soy yo… son ellos. Solo intento ser yo misma (aunque no me dejan)…

Ainsss, si ya es duro ser una misma… ¡más duro es ser tres!

  • Padres colorines: los llamo así porque no son ni del blanco ni del negro, son expertos pintores de mis días. A veces no saben el color que yo querría exactamente, pero no les importa empezar con el azul, probar con el amarillo y acabar con el rojo con tal de hacerme ver que serán capaces de cambiar su propio color por mí. Se dejan ver siempre aún sin su presencia, porque en cada paso que doy sola veo colores a mi alrededor y recuerdo cada vez que ellos me mostraron su verde esperanza, su amarillo brillante, su azul calmado, su blanco libertad… Me enseñaron que siempre hay momentos para determinados colores, pero que solo yo era la encargada de dar la tonalidad mía particular.

¡Me siento seguraaaa!

Y luego habría toda una inmensidad de padres particulares que podrían estar dentro de una u otra generalidad:

  • Padres nube: viven ahí, mientras yo estoy viviendo en el suelo. No es que estemos separados, es que estamos en planos diferentes. Creen que todo lo hago bien.

Yo no soy tonta… sé de sobra que algunas cosas no las hago bien a la primera…

  • Padres sargento: me hacen pensar que todo lo hago mal, ¡pero estoy convencida de que hago muchas cosas bien!… aunque no sé, ya me hacen dudar.

Señor, sí señor, digo no, señor, bueno… ¡no sé!

  • Padres fruto: todavía están esperando a madurar, pero yo ya estoy aquí y necesito que cambien sus intereses. Los necesito ahora, no cuando ellos quieran.

¿Qué? ¿Que me tengo que quedar de nuevo en el parque de bolas? ¡Si ya me sé hasta cuántas hay!

  • Padres invisibles: no los veo. Me dicen que son cosas de este tiempo de locos que vivimos, pero yo solo sé que quiero verlos.

Ainsss, ¡un ratito más!, porfi, porfi, porfi…

  • Padres amigos: me gustan, pero para eso ya tengo a mis amigos… y como también necesito saber cómo hacer las cosas decido confiar en lo que me dicen otras personas o amigos. Pero ellos no saben ser mis padres… quizá los amigos con los que vivo a diario deberían ser mis padres…

¡Qué pasa colega? ¿Me lo dices o me lo cuentas!

  • Padres si-no-si-no-no-si: no sé si vienen o van, depende del día, o de cómo se sientan, de su cansancio, de sus alegrías y penas. Son como las arenas movedizas: no sé cómo lo hacen, pero siempre me atrapan.

Holaaa, ehh, uhhh, ¿cómo estáis hoy?

  • Padres castillo: me quieren proteger, pero no se dan cuenta de que el foso que han construido para que nada ni nadie me haga daño es también el foso que me aisla del resto del mundo.

Ainsss, qué miedito… ¿qué habrá ahí fuera?

  • Padres llave: te dan la seguridad de que tienes en tus manos la llave que abre la puerta de tu hogar. Además saber tocar al timbre porque se ponen a mi altura e intentan pensar cómo me siento o pienso, por eso siempre acabamos encontrándonos.

Libertad, libertad, yo la aprendo a usar…

  • Padres osito: siempre están ahí para reconfortarme. Son achuchables en las buenas y en las malas. Creen que el osito soy yo, pero lo son ellos.

Ainsss, ¡vosotros sí que sois mis ositos!

  • Padres aprendices: están siempre atentos a cada lección, interesados en aprender, y son lo suficientemente humildes para creer que los hijos también tenemos mucho que enseñar.

Ainssss, ¡yo también estoy emocionada de vosotros!


 
*Stickers de la App Photowonder.
 

Y tú, ¿de quién eres? Y no me digas que de Marujita ¿Qué otros estereotipos añadirías?