Seguramente jugó usted alguna vez a la Batalla Naval que enfrenta en unas cuadrículas con cifras y números a dos flotas que ocultan las posiciones de sus nueve barcos cada una, y que los jugadores tratan de localizar para tocar primero y hundir después.
Esta es una batalla que enfrenta a los independentistas catalanes para, paradójicamente, tratar de unirse después en una mayoría absoluta de escaños en el parlamento regional.
Aunque sin mayoría de votos quieren declarar la independencia y enfrentarse luego a la armada legal/ejecutiva española.
En una cuadrícula, Junts per el Sí, de la burguesa y capitalista Convergencia Democrática de Catalunya coaligada con enemiga histórica, la radical izquierdista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y con grupos separatistas subvencionados por la Generalidad.
Enfrente, la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), ultraizquierdista, anticapitalista, anarcoide, antisistema, que exige la separación inmediata de España, e iniciar una revolución y la ruptura con el sistema económico y defensivo occidental.
Desde las elecciones autonómicas del 27S Artur Mas parecen querer repetir la fracasada independencia declarada por Lluís Companys el 6 de octubre de 1934, en la II República.
En aquella fecha, Companys, de ERC, no logró el apoyo de los poderosos anarquistas de la CNT-FAI.
Mas trata de atraer a quien sería la CNT-FAI actual, la CUP, cuyas exigencias debilitan la parte burguesa y capitalista, los portaviones, de su armada.
Hay comandantes capitalistas de sus mayores barcos que desertan para unirse a la flota española, que espera el desenlace de la batalla actual, guerra civil política entre independentistas: importantes empresas catalanas huyen hacia Madrid.
Incompetente o sabio, Mariano Rajoy, pero también España, podrían estar ganándole sin necesidad de jugar su batalla naval al crecientemente descalabrado/descerebrado Mas.
Decía Sun Tzu cinco siglos a.C. en El arte de la guerra, que “El sauce se pliega al viento, el robusto roble quiebra y cae: relájate mientras el enemigo se agota a sí mismo”.
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SALAS