Me parece estupendo que haya gente que luche contra las corridas de toros, están su derecho si las consideran una tortura animal. Lo que no me parece tan estupendo es que la mayoría de los que van a votar hoy su abolición en Catalunya tengan un interés nulo por los animales en sí y sólo jueguen esta baza como una treta política más. Es lo de siempre, los políticos jamás representan la voluntad del pueblo. Y es precisamente por eso: porque no son ciudadanos que nos representan durante un tiempo determinado, sino profesionales de la política, hombres de partido. Deberíamos usar los referéndum más a menudo.