Gracias a la cortesía de Kphome, que es una empresa familiar que distribuye cataplanas, he tenido el inmenso placer de acercarme un poco a la gastronomía portuguesa.
Y si queréis una cataplana como la mía o del tamaño que más se ajuste a vuestra familia, sólo tenéis que visitar la página web de Kphome, seleccionar el modelo que os guste e introducir el cupón de un 10% de descuento con el que Kphome obsequia a todos mis lectores.
El código es el siguiente: U8YA2JL4
No conocía esta especie de olla que me recuerda un poco a los tahines marroquíes, y en realidad tienen mucho en común. Ya que la huella de nuestros antepasados árabes aún perdura en la península, y las cataplanas son la vesión portuguesa de aquellos tahines.
- Un trozo de lomo de bacalao por persona (en casa somos dos)
- Dos carabineros, gambones o langostinos por persona
- Unos 200 gr. de almejas (previamente en remojo para que suelte la arena)
- 3 o 4 patatas
- Una cebolla
- Aceite de oliva
- Perejil fresco
- Sal
2. Cuando las patatas estén casi lista (tienen que faltarles un poco, que no estén blandas del todo). Añadimos los lomos de bacalao (que previamente hemos marcado en la sartén donde vamos a hacer la salsa marinera), las almejas y los carabineros o gambones.
3. Cerramos la cataplana, y cocinamos entre 10 y 15 minutos a fuego lento, vigilando para que evitar que se queme.
Mientras hacemos la salsa,
- 2 o 3 dientes de ajo pelados
- Media cebolla o una pequeña
- Un pimiento verde o rojo (no muy grande, el pimiento rojo es un poco más indigesto que el verde)
- Una guindilla (eso al gusto, mejor ir añadiéndola poco a poco para no pasarnos con el pique)
- Medio vaso de vino blanco
- Una cucharada de maicena
- Una cucharada de tomate concentrado (también nos sirve el tomate frito, pero hay que añadir un poco más)
- Aceite de oliva
- Un pellizco de sal
2. Sofreímos en una o dos cucharadas de aceite de oliva y un pellizco de sal. Cuando las verduras estén tiernas añadimos la guindilla picada (empezamos con un poquito, y conforme vayamos probando el nivel de pique añadimos más o no).
3. Añadimos el vino y el tomate concentrado y dejamos que se cocine unos minutos para que se evapore el alcohol.
4. Disolvemos una cucharada de maicena (o harina común) en medio vaso de agua, y lo añadimos a la sartén. Cocinamos entre 5 y diez minutos, si se espesa mucho, añadimos más agua (o si queremos más cantidad), y si está muy liquída, añadimos una cucharadita de maicena disuelta en dos dedos de agua.
Una vez hecha, la añadimos a la cataplana por encima de todos los ingredientes. Cerramos la cataplana un par de minutos, apartamos del fuego, espolvoreamos con perejil fresco y servimos.