suboficiales de complemento durante los treinta años de vigencia de la IPS (desde 1943 hasta 1972), más de 68.000 durante los dieciocho años de vigencia de la IMEC (desde 1973 hasta 1990) y más de 9.500 durante los once años de vigencia del SEFOCUMA (desde 1991 hasta 2001), lo que supuso que, hasta que se estableció un límite de plazas en 1965, las milicias universitarias atrajeron como promedio al 48 por ciento de todos los estudiantes universitarios españoles.
Breve biografía del Teniente Coronel Sánchez Gey(Texto basado en la glosa realizada por el Tte. Col. Luis Cortés Delgado durante el acto de presentación de la Cátedra en el Cuartel General de la UME y en la entrevista realizada al Tte. Col. José Manuel Sánchez Gey por Emilio López Mompell y publicada el 18/01/2014 en el Diario de Cádiz)D. José Manuel Sánchez Gey nació en Villamartín (Cádiz) en 1919. Su madre, María Dolores Gey Mena, era maestra de escuela y su padre, Ramón Sánchez Herrada, sargento de la Guardia Civil. Su inclinación por la vida miliar le llevó a ingresar en el Ejército de Tierra el 5 de noviembre de 1935, a la edad de 16 años, descartando el ingreso en la Guardia Civil porque para entrar en el Cuerpo habría tenido que esperar a cumplir los 18 años.Las vicisitudes de los inicios de su vida militar le hicieron participar en la Guerra Civil encuadrado en el Regimiento de Infantería Cádiz nº 27, en el que ascendió a sargento, y, posteriormente, ya como alférez provisional, en el 5º Tabor de Regulares de Melilla, destino en el que permaneció al término de la
Universitarias, concretamente en las compañías 4ª y 1ª del campamento de Montejaque-Ronda, en los años 1963 y 1964, y la vinculación mantenida y elevada a admiración respecto de quien fue su capitán y profesor en los citados campamentos y años.
denominación “ Cátedra Comandante Sánchez Gey” en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense y la Unidad Militar de Emergencias, para especial instrucción, asistencia y apoyo a dicha importante unidad del Ejército.El acto de presentación de la cátedra tuvo lugar el pasado 8 de mayo, en el Cuartel General de la UME, en Torrejón de Ardoz, y a él asistió una representación de la XXI Promoción de Milicias Universitario, que obsequió a la cátedra con un ejemplar del libro/crónica “Agostiembre”, de quien esto escribe, y que recoge el reencuentro con Sánchez Gey y el retorno cincuenta años después a Montejaque. De todas maneras, en el seno de la XXI Promoción, en concreto de varios de los integrantes de aquellas compañías de instrucción 4ª (1963) y 1ª (1964),
Año 1964, Montejaque, 1ª Compañía
con el Capitán Sánchez Gey al frente
y asistida eficazmente por José Manuel Sánchez-Gey Venegas, Coronel de Infantería e hijo del homenajeado, en el curso del acto, y con la asistencia de altos mandos militares y destacadas personalidades civiles, se elogió al por ellos denominado “Capitán General” Sánchez Gey, poniendo de manifiesto sus valores y virtudes (las palabras de homenaje se insertan al final), y haciendo entrega de una placa conmemorativa, que asimismo se incluye en esta entrada.
“El honor es la poesía del deber”.-Alfred Víctor de Vigny (1797-1863) Escritor francés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
ANEXO: Palabras de ofrecimiento del homenaje“Querido “Capitán General”,Querida familia Sánchez Gey,Respetados e ilustres militares y civiles aquí presentes,Queridos amigos, ¡Cómo corre el tiempo! ¡Tempus fugit!Parece que fue ayer cuando veníamos a Cádiz vestidos de milicios aprovechando un permiso durante nuestra estancia en el campamento de Montejaque-Ronda, en aquellos tiempos tan lejanos y tan recordados de nuestros estudios y formación como Caballeros Aspirantes a Oficial de Complemento, en las Milicias Universitarias…Parece que fue ayer y ya han pasado más de cincuenta años…En los que el maestro ha alcanzado una fructífera y juvenil ancianidad, rodeado de una prolífica y ejemplar familia que le venera como su patriarca;En los que los en su día subordinados y discípulos terminamos nuestra formación militar, ejercimos el mando en el Ejército español; nos graduamos en la universidad; enfocamos nuestras profesiones y completamos nuestras vidas con el matrimonio, los hijos y los nietos.Parece que fue ayer y hace cincuenta y dos años veníamos a Cádiz (los que tenían algún dinerillo) en renqueantes autobuses que nos traían cruzando la sierra de Grazalema y nos paseaban por Ubrique, Olvera, Algodonales, y las tierras del Guadalete.Ahora, cincuenta y dos años después, un moderno AVE nos ha llevado de Valencia hasta Sevilla en menos de cuatro horas y un bastante moderno tren nos ha traído en fin a Cádiz. Más de uno (de los presentes y también de nuestros compañeros) se preguntará a qué y por qué hemos venido. Pues… a renovar y a incrementar nuestras emociones…y a mantener nuestras esenciasEstamos aquí como una avanzadilla (como la escuadra de gastadores, usando términos militares) de los compañeros de aquella XXI Promoción de Milicias Universitarias, de aquellas compañías 4ª y 1ª del campamento de Montejaque, años 1963/64, No solamente para visitar y cumplimentar a quien fue nuestro Capitán y profesor en aquella etapa señalada de nuestras vidas, Don José Manuel Sánchez Gey, SINO con la especial misión de rendirle homenaje con motivo de la cátedra Comandante Sánchez Gey,Creada en su recuerdo y honor por la Unidad Militar de Emergencias y la Universidad Complutense de Madrid, en el seno de la Facultad de Psicología de dicha Universidad.Ya tuvimos el pasado mes de mayo el privilegio de asistir en el Cuartel General de la UME al acto de presentación de la cátedra, y allí, al compartir el evento con los altos mandos militares y las autoridades universitarias presentes, COMPROBAMOS UNA VEZ MÁS algo que para nosotros había sido patente desde diez lustros antes: LA CATEGORÍA HUMANA, LA VALÍA COMO PROFESOR EN LA ENSEÑANZA MILITAR Y EN LA ENSEÑANZA VITAL DE NUESTRO HOY “CAPITÁN GENERAL”, que así le hemos nombrado nosotros.Allí, en la UME, en el acto del 8 de mayo, no solamente nos sentimos felices y honrados escuchando los elogios a nuestro líder Sánchez Gey, SINO que tuvimos la oportunidad de destacar más aún sus cualidades de mando y de docente