Catedrales y sujetadores

Publicado el 24 octubre 2011 por Kar
Hoy las intenciones eran hablar de otra cosa. Pero resulta que me he quedado sorprendido esta mañana al leer una noticia en El Periódico De Catalunya en la que habla de una investigación llevada a cabo en forma de tesis doctoralacerca de edificios emblemáticos del Barri Gòtic de Barcelona. Documentada con varias fotografías de archivo que dotan de veracidad al asunto, parece ser que varios de estos edificios ni eran “góticos” ni tenían el aspecto actual que tienen. Al parecer, entre finales del Siglo XIX y principios del XX varios edificios fueron ampliamente remodelados en sus fachadas, para dotarles de un aspecto de clásica construcción de la alta edad media. Los propósitos no están muy claros, parece ser que en busca de una glorificación del los vestigios de esa época medieval en las que Catalunya resultaba ser una suerte de potencia mediterránea. También se apunta a la búsqueda de la atracción turística.

Este es el aspecto actual del templo

Lo más sorprendente del asunto resulta ser la fachada de la Catedral de Barcelona. Tal y como la conocemos, es fruto de unos trabajos que finalizaron hace tan sólo 100 años. La imaginería gótica de arcos ojivales y decoración en los mismos no forma parte del diseño original. En este momento recuerdo mis estudios de historia en el instituto, cuando se hablaba de las catedrales románicas y góticas del país, y decían que la de Barcelona era una catedral de un románico avanzado. Luego yo veía el edificio y las cosas no me cuadraban. Ahora veo la fotografía del templo a mediados del siglo XIX y comprendo lo que me decían.

Este es el aspecto de la fachada original, claramente diferente de la actual... no sé, a mí me resulta curiosísimo...

En realidad, han pasado demasiados años de la reconstrucción de la catedral como para poder sentirse, de alguna manera, engañado. La verdad no deja de ser un concepto sobrevalorado. Y una mentira repetida muchas veces se convierte en una verdad. Al final es como cuando te ligas a esa chica que tanto te gusta, y al quitarse el sujetador, te das cuenta de que se trata de una de esas prendas milagrosas que junta, realza y engaña a los hombres de buena voluntad, y esa exhuberancia resulta no ser tal. Sea como fuere, cuando emiten por televisión ese anuncio de lencería Intimissimi con esa chica fantástica y su sujetador mágico que convierte en vigilante de la playa a una muchacha cualquiera, no puedo dejar de sucumbir a su efecto hipnótico. Bendito engaño.
Canciones:
Mink De Ville: "Bad Boy"Pearl Jam: "Crown of Thorns"Fun  Lovin' Criminals: "Got Our Love"