...El rito sangriento de la ashura lo han extendido los chiitas por el mundo, y hasta los neoyorquinos han visto a decenas de ellos repetir la cruenta ceremonia cerca de Wall Street, donde alguno de los mártires opera como bróker.
Pero nadie debería asombrarse en España: aquí hay ceremonias parecidas --que quizás inspiraron a los musulmanes, mucho más tardíos que los cristianos--, aunque con menos sacrificados, como la de la Semana Santa de San Vicente de la Sonsierra, Rioja, donde una veintena de “picaos” se hacen llagas muy vistosas y sanguinolentas.
Una muestra de folclore, con quizás algo de fe, que por eso es Fiesta de Interés Turístico Nacional.
En Filipinas hay también católicos muy consagrados en Semana Santa: suelen crucificarse realmente hasta dos docenas de personas, aunque entre ellas sólo una o dos mujeres; sería precisa la ley de igualdad zapateril.
Las descienden antes de que puedan morir, pero después, y durante un año, les llaman Jesús y se sienten santificadas... Lea la crónica completa y vea a Salas pinchando abajo...