Atom Egoyan vuelve aquí a ese cine que tanto le gusta (después de unas cuantas pifias): esas historias inquietantes, llenas de recovecos, giros y tensión; con un oscuro retrato de los personajes donde todos tienen algo turbio que esconder. Se siente a gusto con este tipo de narraciones y transmite un buen equilibrio al espectador a lo largo de toda la historia. Si bien, es cierto que ha escogido una estructura algo confusa, con un ir y venir de tiempos pasados y presentes que puede crear más de una confusión y resultar bastante tramposa a la hora de crear intriga.
La película está repleta de secuencias geniales y tiene un pulso narrativo firme a la hora de abordar determinadas situaciones de intriga y drama; aunque, como he dicho, falla en ese confuso laberinto temporal en el que se interna innecesariamente, ya que una narración lineal habría resultado igual o más efectiva, aunque requiriese un esfuerzo mayor de guión. Cautivos no es una obra maestra como Prisioneros, a la que se intenta acercar hasta en el título, pero sí es una película muy decente y bien llevada a cabo. (6/10)