Es un varón de 42 años, español, corpulento (practicaba culturismo y artes marciales), dedicado a la compra-venta de vehículos y tecnología, y con un amplio historial delictivo en el que destaca una condena a 7 años de cárcel por la detención y agresión a una niña de 6 años en los 90 lo que le permitió adquirir “un elevado conocimiento de los procedimientos policiales y las técnicas forenses de investigación”, que ahora ha puesto en acción y practicado en su retorno a la criminalidad.
Llevaba actuando un año en los distritos madrileños de San Blas, Ciudad Lineal, Moratalaz y Hortaleza, y en la localidad madrileña de Coslada. Se le imputan 5 agresiones sexuales consumadas y 3 en grado de tentativa, todas a niñas de entre 5 y 11 años. Operaba con tal destreza que en su cacería han tenido que intervenir especialistas en análisis de conducta y miembros del FBI. Era tan despiadado que prolongaba sus agresiones violentamente “durante horas”, unas veces en un vehículo y otras en una vivienda desocupada propiedad de
Esos son los datos básicos. Los detalles, muy interesantes, los ha facilitado el ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, en una comparecencia junto a la delegada del gobierno en Madrid y la cúpula policial. Esta es la rueda de prensa íntegra.