Cazadores de la Fertilidad

Publicado el 02 mayo 2019 por Carlosgu82

 
Seguimos intentándolo pero no llega. Las fórmulas magistrales para la concepción, las matemáticas y las teorías son inciertas no nos respaldan. Y te vas cansando de intentarlo, de escuchar consejos y de esperar a que por una vez en lugar de un no rotundo lleno de dolorosas molestias y sangre, sea un sí firme que no deje lugar a dudas.
Pero a mi esas cosas no me pasan. Quizás porque llegué demasiado tarde… o quizás porque el problema no lo tengo yo sino él, o ninguno en realidad. Quizás sólo es cuestión de suerte y nosotros aún no hemos sacado la papeleta premiada.
Las cuentas no siempre son exactas. Cuando no eres una mujer con ciclos menstruales de libro (28 días), que es lo que nos enseñaban en la escuela, la ovulación también cambia días arriba o abajo. Aquí, llegados a este punto, los test de ovulación que sirven para cazarla, no están por demás. Las aplicaciones tampoco van mal. Pero no son exactas calculando la ovulación. A mi por ejemplo me sucede al menos dos días después que la aplicación. Lo he verificado manualmente con la textura del flujo, hallando de pronto la clara de huevo ¡sí! la encontré, y por otro lado con el gine a través de una eco, el día antes a lo que marcaba la app (utilizo woom) y ahí estaba el folículo, a punto de caramelo. Así que lo mejor es cambiar la estrategia de ataque.
Hay quienes dicen que lo mejor es relajarse y disfrutar del momento. Yo pienso que no, que esa frase es un engañabobos. A mi edad es una lotería. Dado que tiene que haber feeling, entre mis sabios y selectos óvulos y sus más rápidos espermatozoides. Es como una competición biológica en equipo. Ambas células se reconocen entre sí, se buscan para fusionarse y crear vida mientras mi pareja y yo buscamos afuera no perder la paciencia mientras el calendario cuenta los días.

 
El médico me dice que está todo bien, que espere al verano antes de seguir por otros derroteros. Mis amigas que me relaje, mi novio que deje de psicopatear. Pero la realidad es que estoy hasta el moño de mi y de todos. Porque la única realidad es que no soy perfecta y además tengo 37 años. Igual tengo unos óvulos exigentes. Y según dice la ciencia, es el óvulo el que escoge al gameto y no al revés. Todo puede ser…
Regla tras regla no nos rendimos. Tampoco queremos agobiarnos en realidad. Lo mejor será mirar otras opciones, tal vez la frecuencia sexual o cambiar algunos hábitos. No es que la fertilidad nos salga por las orejas pero tampoco nos alimentamos mal; quizás no nos demos cuenta de cuál es la mejor ocasión. Habrá que probar los test de ovulación. Éstos artilugios son muy similares a los de embarazo y avisan del mejor momento para hacer los deberes de alcoba. Además en internet pueden conseguirse más test por menos dinero, en ocasiones algún lote con pruebas de embarazo incluidas . Por probar que no quede. Todo por ese bebé maravilloso que anhelamos.