Cazadores de tesoros: 47.000 hallazgos durante los tiempos de pandemia

Publicado el 23 diciembre 2020 por Joseantortega

Para los británicos, la búsqueda de tesoros es considerado un deporte nacional. Los detectores de metal pueden ser considerados sus mejores amigos a la hora de pasar tiempo en las praderas en busca de un golpe de suerte.

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Debido a la pandemia, estas actividades quedaron prohibidas desde marzo a mayo, fecha del primer confinamiento de Reino Unido. Y en el encierro actual, también se aplican normas estrictas para estas exploraciones.

Pese a esto, los cazadores no se han mantenido quietos, y el patio de sus jardines han sido los mejores lugares de exploración. Y esto lo confirma voceros del Museo Británico, quienes han registrado 47.000 hallazgos en 2020.

Curiosidades y tesoros ocultos

Asombrosos han sido los descubrimientos este último año, entre ellos un tesoro de los Tudor, la una gran familia perteneciente a la nobleza del siglo XVI.

Tesoro de Tudor, descubierto en este 2020

El tesoro comprende 63 monedas de oro y una de plata, que pertenecen a finales del siglo XV y principios del XVI. Uno de los tantos hallazgos casuales fue el de un jardinero en New Forest, quien descubrió el tesoro mientras quitaba la maleza.

El tesoro de los Tudor también incluye cuatro valiosas monedas del reinado de Enrique VIII, que en algunos casos llevan las iniciales de sus esposas, Catalina de Aragón, Ana Bolena y Juana Seymour.

El Museo Británico dice que se explica cómo el tesoro, que ya era de un alto valor en esa época, llegó hasta ese jardín. También se desconoce cómo 50 monedas de oro puro (Krugerrand sudafricano), que pertenecen al régimen del apartheid, llegaron a ser enterradas en un jardín en Milton Keynes, al noroeste de Londres.

También se encontró un curioso un conjunto de sellos de aleación de plomo medieval en Dursley, Gloucestershire. En el sello está impreso un obispo en toga, sosteniendo un báculo en su mano izquierda. La inscripción en latín lo identifica como David, obispo de St. Andrews.

Pero el descubrimiento aparentemente es una imitación que se presume fue usada para autenticar documentos falsos. Los sellos reales y de alta calidad estaban hechos de una aleación de cobre, o incluso de plata.

Los cazadores de tesoros en Old Basing, Hampshire, por su parte, han hallado un mueble romano hecho de aleación de cobre. Se estima que origen data del año 200 y está decorado con el rostro perfectamente conservado del antiguo dios griego Oceanus. El hallazgo es único, ya que no se ha encontrado ningún rastro marítimo en ningún cofre, puerta u objeto casero de dicho período.

Todos los hallazgos deben ser reportados

Las exploraciones para encontrar tesoros son muy frecuentes en el Reino Unido. Incluso dio pie a ser el escenario de una aclamada serie de televisión llamada “Detectores”.

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Sin embargo, hay reglas establecidas en el país sobre lo que cuenta como “tesoro” y lo que los cazadores tienen que hacer al momento de encontrar algo. La ley los obliga a informar sus descubrimientos a las autoridades locales, y luego expertos se encargarán del procedimiento de preservación arqueológica para asegurarse de que se registre cualquier contexto histórico en el lugar del hallazgo.

El Comité de Evaluación de Tesoros (TVC, por siglas en inglés) procede a determinar el valor del objeto y quién tiene derecho a una parte del hallazgo y por cuánto, aunque los museos siempre tienen prioridad sobre los objetos.

Tesoros accesibles para todos

Todos los hallazgos son puestos a disposición del público por el Museo Británico en su Plan de Antigüedades Portátiles (PAS), una base de datos en línea, la cual brinda información de libre acceso sobre más de 1,5 millones de objetos.

A veces los pequeños hallazgos arqueológicos han conducido a otros mucho más grandes, o incluso a sitios arqueológicos enteros. Ese fue el caso de un asentamiento de la Edad de Hierro, y un asentamiento romano desperdigado, y un cementerio anglosajón en Lincolnshire.

Por lo tanto, todos los hallazgos arqueológicos deben ser reportados. Los expertos tienen que poder evaluar cada uno de ellos, determinar su contexto histórico y evaluar si es arqueológicamente relevante.

Solo en 2019, el Museo Británico registró 81.602 hallazgos públicos, 10.000 más que en 2018.