Cazorla tuvo un auspicioso debut en el Arsenal
La controversial salida de Robin Van Persie del Arsenal hacia el Manchester United había provocado un clima de incertidumbre en torno al equipo y al rendimiento que iban a tener los de Arsene Wenger en el inicio de la Premier League 2012/13. El rival fue el Sunderland y el partido terminó sin goles.
Algo lógico si pensamos que con la salida del holandés se fueron, a su vez, los 30 goles que convirtió en la pasada temporada, siendo determinante en más de un momento, incluso cuando se comenzaba a hablar de la posible salida del ya eterno técnico francés.
De todos modos, los londinenses merecieron ganar el partido y dejaron una buena imagen, sobretodo en la presentación de uno de sus refuerzos: Santiago Cazorla. El español fue la figura de la cancha, transformándose en el eje vertical de un mediocampo que encuentra equilibrio con Diaby y Arteta.
El ex Villareal se ha insertado magníficamente en su primera experiencia en el fútbol ingles, y está llamado a ser el nuevo conductor del equipo. Se lo notó veloz y preciso para asistir, incluso pudo haber convertido ya que el arquero Mignolet lo impidió dos veces. Al parecer, en el Arsenal el buen juego no se negocia, y sus jugadores llevan esa bandera con orgullo: otro de los que tuvo un gran desempeño fue Gervinho que aportó un incesante desborde sobre la banda izquierda.
Quien ha quedado en el debe es Lucas Podolski, jugador que el propio entrenador indicó que “le falta ritmo”, y también la otra incorporación, Oliver Giroud; la figura del Montpellier campeón la pasada temporada desperdició un gol increíble a nueve minutos del final.
¿Si con Van Persie en cancha hubiéramos ganado? ”Tal vez sí, tal vez no. Nunca podemos comprobar eso, pero es cierto, el año pasado en todos los partidos ha demostrado algo especial. Nunca podremos negar que hemos perdimos un jugador de clase mundial y es muy difícil reemplazarlo.
La desazón en las palabras de Wenger quedan luego del pálido resultado. Pero no quedan dudas que el Arsenal ha cambiado para bien y que, cuando aceite sus engranajes, caminará con ritmo hacia la cima.