Uffff me imagino, much@s habréis pensado que mejor casi ni preguntar y menos responder. Supongo que en el momento que nos los proponemos estamos en una época de relax, fuera de la rutina diaria y nos lleva a error cuando volvemos a la realidad.
Uno de mis propósitos es la de vaciar la SD de la cámara de fotos. Voy fotografiando recetas, DIY y luego no encuentro el momento de sentarme y darle forma.
Es el caso de esta maravilla que me he encontrado entre las carpetas de la SD, ni me acordaba que no os la había enseñado. Quizás también por la sencillez de receta, pero a lo mejor hay alguien que todavía no la ha probado y termine dándole el empujoncito.
Se trata de la famosa cazuelita de Provolone. Es un queso de origen italiano que se suele encontrar en los supermercados, en redondas de unos 10-15 cm. de diámetro y de un grosor de 0'5 - 1 cm. y mayoritariamente envasado al vacío.
Ideal como un pica-pica en una cena informal, con amigos, una cena de noche de fútbol, etc... Solo se trata de ir metiendo la tostadita de pan, removerla un poco para mezclar el queso con el tomate y estirar.
Ainsss y es que es muy fácil.
Precalentar el horno a 180º
Mientras tanto, partir un ajo y untar muy bien una cazuelita de barro apta para el horno. Ponerle una base de tomate frito y encima la porción de queso provolone. Espolvorear con especias diversas (sal, orégano, pimienta, romero, pimentón dulce o picante, etc.) y por encima un chorrito de aceite.
Meter al horno, durante 20-25 minutos o hasta que veáis que el queso está fundido, empieza a tostarse los bordes y el tomate hace chup-chup.
Servir inmediatamente acompañado de tostaditas de pan o crackers.
Bon profit !!!!