Manuel Seoane y sus consejeros dimitieron tal y como habían anunciado, la confirmación llegó este jueves y el problema que surge ahora es que al no aparecer nadie que tome las riendas del Club, lo que sigue es una causa de disolución. ¿Que significa esto?, para explicarlo de manera clara basta decir que si en pocos días no aparece ningún valiente que se ponga al frente de la nave, el barco se hundirá definitivamente. ¿Mas morfina o muerte inminente?, pronto saldremos de dudas, pero el enfermo tiene muy mala cara.