Ahora la podemos encontrar en cualquier supermercado, pero recuerdo que hace años el único sitio donde la vendían era en Ikea, y se compraba por bolsas de kilo, estaba increíble.
Para hacer esta receta únicamente tendréis que usar dos ingredientes y ya, es una receta fácil y deliciosa.
La cebolla frita crujiente es perfecta para acompañar algunas ensaladas como esta ensalada de ahumados o una buena ensalada de manzana, así como hamburguesas de carne, hamburguesa de pescado o incluso esta hamburguesa vegana de champiñones.
La cebolla es para mí, el ingrediente más importante en la cocina española. Con el puedes hacer miles de recetas como sopa de cebolla, tortilla de cebolla, aros de cebolla crujientes o como no, cebolla caramelizada como guarnición, delicioso.
Ingredientes para hacer cebolla frita crujiente
- 1 cebolla dulce (es importante que sea dulce)
- Harina de maicena
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer cebolla frita crujiente
1.- Comenzamos cortando la cebolla en brunoise. Este tipo de corte es el típico en pequeños cuadraditos.
2.- Cortamos la cebolla a la mitad, hacemos cortes sin llegar hasta el final y seguidamente cortamos la cebolla. Saldrán todos los trozos iguales.
3.- La ponemos en un túper, ponemos un poco de sal y una cucharada de harina de maicena. Cerramos el túper y revolvemos bien para que se impregne toda la cebolla. Esto es lo que hará que se quede crujiente.
4.- En una sarten colocamos aceite de oliva y lo ponemos a fuego fuerte. Incorporamos la cebolla retirando todo el exceso de Maizena.
5.- La freímos en varias partes ya que se puede quemar muy rápido.
6.- Una vez frita y dorada, la sacamos a un papel absorbente y luego la dejamos enfriar. Cogerá un toque crujiente al enfriarse increíble.
Se puede conservar fácilmente un par de semanas en la nevera.