Cebollas frescas y lechugas

Por Casimiro Comeron @casiupa
  • Introducción:
Pleno mes de noviembre, acabando ya casi el otoño, tan solo a un mes del invierno y nuestro huerto se ha quedado ya casi sin todo ese verde que lucia este verano, los tomates se secaron, pepinos, melones y sandias terminaron su producción y ya solo queda alguna mata perdida de calabacino que hecha su ultima flor. Ahora es tiempo de siembre, de labrar el huerto y preparar para una buena cosecha, pero mientras tanto algún cultivo se puede tener. 
  • Cebollas frescas:
La cebollas frescas, esas que se comen durante toda la primavera recién arrancadas, las que le dan a las ensaladas y comidas ese sabor son las que hoy plantaremos. En esta época es muy temprano para las valencianas, en caso de sembrar estas saldrán todas machos y se estropearan, sin embargo tenemos la opción e la cebolla babosa, la tempana, que ha sido sembrada en los semilleros hace un mes y ya esta para colocarla. Las sembraremos como las que hemos arrancado para secas en septiembre, en surco ya sean en dos filas por surco o una sola fila, dependiendo del terreno que tengamos. Las pondremos con un palo, pinchadas en la tierra y bien apretada la tierra. Conviene no separarlas mucho, así evitaremos que salga hierba, con una separación de entre cinco y ocho centímetros sera bastante. 
  • Lechugas:
En este otoño muy lluvioso tenemos casi garantizados este cultivo, aunque son ya un poquito tardías, siempre y cuando las primeras heladas sean tempranas, podremos tener unos buenos repollos. La lechuga sacada del semillero en el cual ha pasado ya casi un mes de su siembra las colocaremos en surco a una separación que debe andar entre viente y veinticinco centímetros. Si la tierra esta poco húmeda conviene regarla al menos os o tres veces hasta que agarren. En poco tiempo veremos como se hacen buenas y hermosas y con el agua de lluvia crecerán bastante.