Mediante un comunicado emitido la pasada tarde, ha anunciado ETA que depone definitivamente las armas y –es de esperar- todo tipo de violencia y extorsión terroristas.
Tras décadas de sufrimiento, desolación, sangre, pistolas, bombas y muerte, respiraremos desde hoy con más tranquilidad, oteando un horizonte de mayor paz y respeto a los derechos humanos, el primero de los cuales es la vida, toda vez que ha desaparecido esta terrible amenaza. Nadie está legitimado para asesinar, para arrancar la vida a nadie.
Cedant arma togae… Que la violencia de las armas ceda el paso al derecho, a la justicia, a la luz de la razón.
Por tanto, como ciudadano y como francmasón, me felicito por la noticia. Estimo que todos hemos de felicitarnos. La mejor manera de hacerlo es trabajar juntos por una sociedad pacífica, en la que tengan cabida todas las legítimas opciones filosóficas y políticas que respeten a los seres humanos, su natural desarrollo y la promoción de las libertades y derechos de la persona.
Ha cesado un tipo de terrorismo, hemos de permanecer vigilantes para, con calma, velar por la paz en una sociedad donde todos hemos de tener cabida.
Vigilancia y calma.