Cedro del Atlas

Por Remediando @remediando
El cedro del Atlas puede llegar a medir 50 metros de altura y tener hasta 1 metro, aproximadamente, de diámetro. En el sur de Europa se planta para obtener madera de él, y en otros lugares se planta como árbol ornamental, en especial las variedades de hoja azulada. Muchas repoblaciones forestales se hacen a base de esta especie.
Popularmente, el cedro de Atlas se conoce como cedro Africano, cedro plateado o pino de Marruecos.

Se ha plantado en todas las regiones españolas, sobre todo, por su valor ornamental. Por su alta resistencia a la sequía y a los ambientes urbanos contaminados, es el cedro que más vemos en el parque y jardines.
El tronco de este cedro es derecho, tiene la corteza de color gris claro, escamosa y poco agrietada. Su copa es piramidal o cónica. Sus hojas tienen formas de aguja, generalmente verdes o verdeazuladas, dispuestas en penachos de 10-45 ramas cortas. Sus frutos son como piñas muy pequeñas formadas por escamas.
El cedro habita en todo tipo de terrenos, aunque no aguanta los que son demasiado húmedos; prefiere los permeables y algo profundos. Se adapta bien a las sequías estivales de los climas mediterráneos o es capaz de soportar las bajas temperaturas, incluso, hasta una temperatura de -25º en una atmósfera seca.
Hay varias enfermedades que amenazan al cedro del Atlas, como el chancro de las ramas, contra el que como único remedio hay que podar las ramas y, posteriormente desinfectar los útiles. Algunos cedros han sufrido una infección por hongos que ha podrido su madera. La podredumbre de las raíces también puede afectar a los cedros. Pero, sobre todo, la procesionaria del pino, insectos que provocan defoliaciones más o menos intensas.
La madera del cedro tiene un color rojizo-marrón claro y es fácil de trabajar. Es una madera aromática, fuerte y que dura en el interior. Se usa en ebanistería y para fabricar instrumentos musicales.
De las hojas, la raíz y la corteza del cedro se hace una medicina casera que funciona como remedio contra la bronquitis, la indigestión, fiebres, diarreas, vómitos y epilepsia.