Juan Ciucci, APU
APU: En principio, queríamos saber su opinión sobre la segunda cumbre de la CELAC.
Telma Luzzani: La cumbre me pareció realmente histórica, de gran importancia si la comparamos con la Cumbre anterior en Santiago de Chile. Todavía más porque la cumbre anterior Sebastián Piñera la había mezclado con la cumbre de la Unión Europea, con lo cual, la idea original de una cumbre latinoamericana estaba realmente un poco diluida, con la presencia de Ángela Merker, por ejemplo. Incluso, recordaba Raúl Castro que había sido agredido verbalmente por la derecha, con ironías de Piñera que decía “mire que esta presidencia dura un año, no 50”…
Realmente la diferencia en lo formal desde ya es inmensa. Creo que esta cumbre dio pasos importantísimos, en realidad la gestión cubana generó todo. En 2013 Cuba hizo pesar mucho la presencia de la CELAC en el mundo, en Rusia, en China, en los países árabes. Consiguió que se la considerara un organismo parte de Naciones Unidas por eso estaba Ban Ki Moon en La Habana y se avanzó en definir el plan de acción entre 33 países que son muy diferentes entre sí. Hay países de ultraderecha, de derecha, de centro, socialismo, realmente una variedad enorme y por lo tanto difícil de encontrar un consenso.
APU: Esa amplitud ideológica es su fortaleza, al menos en los discursos estaba presente la idea de sostener este diálogo, pero al mismo tiempo parece ser su límite ¿No?
TL: Sin duda pero es la manera de avanzar. Si pensamos en un organismo a larguísimo plazo, duradero, no vamos a pensar que siempre en Venezuela va a haber gobiernos de izquierda o siempre en Guatemala va a haber gobiernos de derecha. Seguramente cambiarán, entonces hay que crear organismos duraderos en ese sentido pero con un fin muy claro en cuanto a pensar los intereses de la región, para la región y sobre todo dirimir entre nosotros sin ingerencias de otras potencias, nuestros temas. Creo que eso es lo importante, tomar conciencia de la riqueza que tenemos, defenderla y pensar en ese sentido en nuestros intereses regionales.
APU: En ese sentido la Presidenta hizo mención a esa necesidad de agenda para evitar la burocracia de la institución.
TL: Claro, la Presidenta dijo dos o tres cosas muy interesantes, esa fue una y la otra que proponía que todos los países tuvieran un organismo específico, que se dedicaran al tema de la integración. Cosa que no fuera un apéndice de cancillería, sino algo específico que le dedicara 24 horas al día. Y el tema de la relación que este bloque va a tener con otros, qué tipo de relación se quiere tener. Yo creo que no lo dijo pero me parece que era importante pensar que es en un plano de igualdad y no en un plano de subordinación en ningún caso. Siempre pensando en el plano de la cooperación y de la solidaridad con los otros sectores del mundo.
APU: Ahí hizo mención que era un mundo que iba rumbo a la formación de bloques, y que el resto del mundo también se organiza así.
TL: Sí, eso ya lo venimos viendo desde hace un tiempo y en este mundo de transformación en el que estamos, como estamos en plena transformación y es una transformación que va a durar muchas décadas. Yo creo que esta transformación empezó en 1991 con la caída de la Unión Soviética. Pasamos por períodos que eran de una sola potencia mundial, en este momento, estamos en un momento de transición donde hay otras potencias que empiezan a emerger y la gran potencia norteamericana que empieza a declinar, algo que por supuesto es muy lento y muy relativo. Con eso también se están replegando algunas instituciones que nacieron junto con la hegemonía norteamericana como la Organización de Estados Americanos; y por lo que estamos viendo vamos a una agrupación de países según sus intereses: MERCOSUR, UNASUR, ahora el CELAC, Alianza del Pacífico. Es decir, están apareciendo distintos tipos de grupos y te podría decir que la tendencia va para ese lado.
APU: En la previa se esperaba una mención y una fuerte participación de Puerto Rico, sobre el final parece que no fue tanto ¿Cómo analiza esto?
TL: No, simplemente quedó anotado como el deseo y la voluntad de estos países de que en algún momento se integre como país latinoamericano que es ¿no? Pero es una colonia norteamericana, hay mucho camino por andar todavía. Al respecto, en los últimos comicios que hubo sobre el tema de la independencia, los independentistas no ganaban, las elecciones estaban amañadas, los independistas no tienen acceso a los medios de comunicación como otros sectores, hay muchos factores para analizar. Pero tal vez, todavía no esté madura la situación como para poder presentar el tema, el hecho de que se haya anunciado ya es enorme. Esto va a despertar en el resto de los países una voluntad de cambio que finalmente yo creo que va a prosperar. En ese sentido hay que ser pacientes, porque recuerdo en el año 2001 en la cumbre del ALCA, estaba el Presidente Chávez y era el único que decía que el ALCA era una barbaridad, tuvieron que pasar muchos años, recién en el 2005 se le dijo no al ALCA. Estos procesos son muy largos para la vida humana o para los deseos de uno, pero lo importante es que cuando empiezan a rodar afortunadamente no paran.
APU: En ese sentido fue muy importante la presencia de tantos líderes en Cuba ¿No?
TL: Sí, fue importantísimo, esto lo dijo la Presidenta Michel Ballelet que ahora asume el 11 de marzo, dijo que era una revelación del compromiso que CELAC despierta, y creo que tiene razón. Incluso, me sorprendieron algunos discursos, la claridad en algunos gobiernos de derecha en cuanto a que la crisis que vivimos es tan fuerte y tan poderosa que es fundamental que nos juntemos, que nos asociemos que nos integremos, porque es una ola fuerte la que se viene.