Celda 211, de Francisco Pérez Gandul

Por Especialistamike
Título original: Celda 211Autor: Francisco Pérez GandulFecha de publicación: enero 2004Nº de páginas: 221ISBN: 978-84-96080-20-1
La mala suerte lleva a un funcionario de prisiones novato a presentarse en la cárcel de Sevilla el mismo día en que se produce un motín de presos. Enredado en un destino tan caprichoso como trágico, que lo obliga a utilizar al máximo los recursos de su inteligencia, este hombre va descubriendo que no es tímido, que no es débil, que quizá ni siquiera es un hombre bueno, como siempre había creído: es un superviviente nato al borde del abismo.
Buena parte de las voces críticas literarias de este país apunta a que Celda 211, de Pérez Gandul, es la mejor novela carcelaria que se ha escrito en España... Pues bien, no seré yo el que diga lo contrario, principalmente porque es la única novela de este género que he leido, no sólo de las escritas en España, sino en el mundo entero, y no cabe duda de que es una buena novela que tuvo la suerte de ser adaptada a la gran pantalla con una película bastante redonda dirigida por Daniel Monzón (Celda 211, leer reseña AQUÍ), que consiguió alzarse con ocho Premios Goya.
Sin duda el éxito de taquilla y crítica del film contribuyó a que la fama del texto de Pérez Gandul creciera y llegara al gran público, entre los cuales me incluyo, pues desconocía totalmente la existencia de la novela hasta que disfruté de la película en el cine, a pesar de que fue Premio Silverio Cañada a la mejor primera novela negra en la Semana Negra de Gijón de 2004. 

Celda 211 es un thriller dinámico, trepidante y directo. Desde el primer momento nos sumerge de lleno en la acción con un estilo vigoroso y con un manejo más que correcto de la tensión, estableciendo una trama contrareloj a base de todo tipo de situaciones extremas propensas a producirse en un motín carcelario. Sin duda, el peculiar punto de partida del argumento es fundamental, y desde las primeras páginas tenemos la sensación de que estamos ante un relato con un potencial enorme, como bien demostró su adaptación cinematográfica. A partir de ahí, la acción cae por su propio peso con un ritmo vertiginoso y ágil hasta llegar al final, derribando por el camino numerosos tópicos, entre ellos la manida dicotomía clara y meridiana del bien y el mal. Aquí, amigos, las cosas son más bien grises.
También destaca la capacidad narrativa del autor al contar una historia de tal calibre de una forma bastante visual, sirviéndose del punto de vista de tres personajes y, por tanto, de tres estilos narrativos diferentes, en un alarde del dominio de los diferentes tipos de lenguaje y de las jergas que varias personas de estratos sociales diferentes pueden llegar a usar. Lo cierto es que para nada parece la primera novela de un escritor, sino que estamos ante una obra que rezuma calidad y veteranía por los cuatro costados. 

Una historia dura a la par que perfecta para descubrir la verdadera condición humana y los resortes que manejan y manipulan nuestras convicciones y decisiones, donde nada es lo que parece ser y el hecho de estar en el lugar y el momento inadecuado puede resultar fatal para nuestra suerte.