Creo que les he contado en más de una ocasión que en casa comemos una porción de los postres y luego mi otra costilla se los lleva a la oficina. Allí se ponen las botas y no dejan ni las migas. ¡Ja, ja, ja...! Favor que me hacen, puesto que yo no puedo tomar mucho postre.
El día amaneció precioso. No sé por qué, pero este año para mí es muy especial. Me siento feliz y agradecida por otro año más de vida. Y quería compartir mi alegría con todos ustedes.
¡Gracias a mi marido, a mi familia y amigos por estar ahí! ¡Gracias a todos los que me acompañan a través de las redes y me animan en los momentos difíciles de salud, así como disfrutan de los gratos! ¡Besos y gracias por estar ahí!