Cada 8 de marzo somos testigos de las mismas felicitaciones: “¡Feliz Día Internacional de la Mujer!” Las redes sociales se pintan de rosa y se salpican con mensajes de lo que parece una gran celebración. Las empresas utilizan este día para hacer relaciones públicas, buscando impactar de forma positiva en sus públicos sólo por dedicarnos un espacio en su muro, del mismo modo que aprovechan el día de los enamorados, de la madre, del padre o, un ejemplo mucho más claro, el Día Contra el Cáncer de Mama, para conseguir que pensemos lo fantásticos que son por apoyar la causa.
En los medios de comunicación nos dedican especiales, la mujer es la protagonista hoy, y escuchas coletillas del tipo: ‘Debería ser todos los días igual pero al menos hoy se les da visibilidad’. Se olvidan de que esta es una fecha que conmemora una reivindicación y caen en espacios absurdos en los que se pregunta a las mujeres presentes cuestiones tales como: “¿Qué les gustaría que los hombres supieran de las mujeres?” Y las respuestas son peores de lo que imaginaba: “Que tuvieran un dolor de espalda por el peso de los pechos”, “que supieran lo que es tener la regla”, esto lo escuché esta misma mañana en Cadena 100, las preguntas continuaron en esa línea: “¿Cuál es el peor beso? El de besugo”. Patético.
Gracias, pero no me felicites hoy, no me hagas protagonista de tus mensajes, únete a mí en mi reivindicación y trabaja conmigo por una causa común todos los días del año y en todos los ámbitos.
Anuncios