La ceremonia se realizaba, decía Ovidio, para “aplacar las almas de sus Padres”. Esta ocurrencia anual llegó a ser una reunión familiar. Los miembros ofrecían vino, leche, miel, aceite y agua en las tumbas decoradas con flores. Al concluir la ceremonia, conocida como Caristia, se celebraba muchos, entre todos los parientes, luego de limpiados tras cumplir con sus deberes para con los fallecidos.
Un número de personas han aparecido desconectadamente en el crecimiento del Día del Padre. La mención más antigua que tenemos del Día del Padre, es del 5 de julio de 1908, cuando un servicio del Día del Padre fue realizado en la Iglesia Central de Fairmont, West Virginia, por el Doctor Robert T. Webb a pedido del señor Charles Clayton.
En 1912, por la sugerencia del Reverendo J. H. Berringer, pastor de la Iglesia Metodista de Irvington, la gente de Vancouver, Washington, realizaron una celebración. Ellos creían haber sido la primera ceremonia de su tipo.
Luego, una importante figura en el movimiento para “honrar a los Padres” fue Harry C. Meek, antiguo presidente del Club de Leones Uptown, Chicago, que dijo ser el primero en tener la idea del Día del Padre en 1915. El comenzó a sugerirlo en discursos ante varios Clubes de Leones, siendo tomado en cuenta. Los miembros fijaron la fecha del Día del Padre para el tercer domingo de junio, siendo el domingo más cercano al cumpleaños de Meek. Los Leones lo coronaron como el “Creador del Día del Padre”.
También cuenta la historia, que la celebración del Día del Padre surgió cuando Sonora Smart Dodd, oriunda de Washington, Estados Unidos, propuso la idea del “día del padre” en 1909. La cual pretendía, que a través de esta fiesta, se destacara el papel de todos los padres en la sociedad, especialmente de aquellos papás, que como su progenitor, cumplían el rol de padre y madre a la hora de levantar y educar a sus hijos.