En mi humilde opinión (no sé porqué se acostumbra decir así si en realidad no tiene nada de humilde andar opinando de todo), poner a un personaje público promoviendo las virtudes de un destino ya no es fórmula asegurada de éxito.
Hace algunos ayeres la publicidad se hacía con imágenes acartonadas y diálogos estudiados, entonces cualquier campaña con alguien medianamente famoso repercutía en mayor cantidad de visitantes; o no, pero no había forma de demostrarlo.
Hoy, los consumidores (viajeros) queremos sensaciones, imágenes no retocadas, voces cálidas, ambientes amigables… experiencias que inviten, independientemente de quienes sean los “actores” que nos las demuestren, famosos o no.
En México, se sigue recurriendo por la promoción a través de gente popular en las pantallas de televisión o cine; mientras que en otros países, aunque no se abandona esta primicia, ya no es lo único a lo que te apuestan y entonces surgen propuestas muy emotivas como la de Perú (lo puedes ver al final de este post).
Un ejemplo reciente de fracaso total fue aquél video de Acapulco con Luis Miguel, donde lucía poco natural, aparecía apenas unos segundos y mencionaba algunas palabras de un libreto por demás desafortunado que en pocos segundos se convirtió en la mofa de todos y no logró invitar a nadie a regresar a las que por muchos años fueran las playas más famosas de este país.
Así las cosas, de todos los videos que han surgido en tiempos recientes en este país, los únicos dos aciertos (para mí) han sido el video de Veracruz con la actriz Edith González; y el de Yucatán, con Cecilia Suárez y Juan Manuel Bernal, y la voz de Natalia Lafourcade. El resto, considero que pasarán con mucha más pena que gloria.
Ambos, realmente logran captar la atención de los espectadores desde los primeros segundos, la música invita, las imágenes se antojan y bueno… una vez que terminan, queremos sin duda alguna salir pronto con rumbo a Veracruz y Yucatán.
Juzguen ustedes y disfruten de estos dos hermosos estados de la República Mexicana.
Video de Marca Perú. Me encanta!