El viernes 30 de septiembre los vallisoletanos tenían una cita con su grupo más emblemático, los Celtas Cortos volvían a casa para hacer un acústico.
Y no decepcionaron.
Personalmente no soy una persona que acuda a muchos conciertos, aunque a lo largo del tiempo he ido a varios de los gaiteros y esperaba con muchas ganas poder verlos en este formato, del que ya había podido hablar con Óscar García en una pasada entrevista. En su día no parecía que en la ciudad fuéramos a tener la oportunidad, y tras cancelarse hace casi un mes (debía haberse celebrado durante las ferias y fiestas de la Virgen de San Lorenzo) solo tocaba esperar hasta la nueva fecha, en un día que llenó prácticamente todas las butacas de la sala A del Cine Roxy.
A oscuras, prácticamente, y sobre un escenario haciendo su aparición casi entre las brumas del mar (sin duda muy adecuado para ellos) para coger sus herramientas de trabajo, y darnos un primera muestra de música solo orquestal y es que además de presentación de “Introversiones” también estábamos ante un recorrido por el pasado, lleno de sentimientos y de recuerdos, así que no podían empezar de otra forma.
Así, a lo largo de casi dos horas, fueron recorriendo gran parte de su historia. Temas viejos, nuevos de este último disco encabezado por “El blues del pescador”, de sus más clásicos sin faltar “20 de abril” que es una de sus más recordadas y queridas canciones, e incluso algunos inéditos que nunca antes se había podido escuchar y que han decidido (para suerte de los presentes) recuperar en esta serie de conciertos para teatros (o cine, en este caso).
Por supuesto, que son Celtas Cortos y ya tienen una tradición a sus espaldas, no faltaron los discursos de su líder y vocalista, Jesús Cifuentes, en su habitual y enrevesado lenguaje además de estar cargados de sentimientos y pasión, algo que ya se pudo ver desde el principio cuando dedicó el show a su madre, Julia Cifuentes, quien apenas ha podido acudir a sus conciertos.
Pero si ese fue emotivo, mayor fuerza tuvo el protagonizado por Óscar García, bajo del grupo y buen amigo de esta gaceta, que al regresar para hacer el habitual bis (esto es así, y el público lo pide) habló de sus hijos y que siempre se duermen en estas actuaciones, “No sé si Alejandro se habrá enterado de algo” dijo para seguir con “Míralos, qué acurrucaditos están los dos” , para dar paso a un tema instrumental que era la previa para “La senda del tiempo”, que si bien hubiera sido una gran manera de cerrar el honor recayó sobre “Fiesta” de “Introversiones”.
El final, era el que se podía esperar, los gaiteros se levantaron a saludar ante un público que llevaba ya varios minutos en pie y que no dudó en brindar con un sonoro y merecido aplauso a los músicos.
Si los Cines Roxy hubiera cerrado ese viernes, sin duda lo habría hecho con un broche de oro.