Celtiberia show

Publicado el 01 febrero 2014 por Torrens

El PP sigue dejando claro que va a seguir solucionando el problema catalán a base de hostias, descalificaciones, mentiras y represalias. El Sr. Montoro ha dado a los catalanes que tenían dudas sobre el slogan “España nos roba”, una muy buena razón para no dudar más. Después de afirmar repetidamente durante meses que publicarían las Balanzas Fiscales para desmontar el slogan de marras, ahora no solo le cambia el nombre al ejercicio sino que encarga a expertos afines y bien adoctrinados la creación de un nuevo criterio de cálculo sustitutivo del que se emplea en todas partes. Según Montoro y el PP irresponsables son los que usan los datos de las Balanzas y no los que los ocultan, manipulan y tergiversan, y por eso no se pueden publicar sin más.

Yo creía que los independentistas pretendían independizarnos de España, pero estaba equivocado. Después de leer el informe “20 Preguntas con respuesta sobre la secesión de Cataluña” de la FAES he llegado a la conclusión de que los secesionistas nos engañan. No pretenden independizarnos de España, sino mandar a Catalunya y los catalanes a un planeta muy, muy lejano. ¡Quieren independizarnos de todo el mundo!.

Adjunto una copia del informe porque creo que es un documento digno de figurar en una nueva edición del “Celtiberia Show”, y por si a alguien le interesa una excelente lección de cómo tergiversar la realidad. Todo el mundo tiene derecho, y algunos la obligación, de criticar duramente el secesionismo catalán, pero lo que es absurdo es manipular, tergiversar o exagerar la realidad cuando no hace ninguna falta. Incluso en apartados del informe de FAES en que tienen razón, el tremendismo con que se expresan acaba siendo sospechoso. Por ejemplo, en más de una ocasión he escrito que un gran inconveniente, que probablemente acabaría siendo un impedimento a la independencia de Catalunya, es la cuestión de la Deuda Pública, pero tal como lo explica FAES no es un inconveniente o un impedimento sino un cataclismo. Por supuesto el texto está redactado en la forma habitual FAES-PP, es decir, plagado de descalificaciones, insultos y desprecio hacia quienes no piensan como ellos, incluso en varios párrafos donde no les queda más remedio que admitir que hay expertos y juristas independientes y objetivos que no comparten su punto de vista.

El informe tiene cinco partes, una introducción, unas preguntas que cuestionan el derecho a decidir, otras que se refieren a la catástrofe económica que supondría para Catalunya la independencia, y las últimas cuestiones que se refieren a que Catalunya independiente estaría aislada internacionalmente como no lo ha estado nunca ningún país, momento en el que imagino se produciría el traslado de Catalunya y Catalanes a un planeta muy, muy lejano, y por fin la conclusión. No voy a detallar las manipulaciones, tergiversaciones e incongruencias de todo el informe sino algunos detalles que darán idea del talante del papelito.

En la introducción dicen “los nacionalismos, al mismo tiempo que se atribuyen la representación auténtica e intemporal de los pueblos, terminan siendo los agentes más profundamente divisivos de las sociedades a las que dicen encarnar. Incapaces de aceptar lo que se escapa a su visión dogmática, se niegan a asumir la pluralidad que es intrínseca a sociedades de largas trayectorias históricas compartidas, de identidades complejas acomodadas durante siglos de convivencia e interacción humana y afectiva, cultural y lingüística, económica y política”. No me creo capaz de definir de forma tan veraz y exacta el peor y más excluyente de todos los nacionalismos españoles: el nacional-catolicismo, hoy representado sobre todo por el PP.

El primer grupo de preguntas referidas al derecho a decidir, que rechazan, es el más extenso y el que aporta más ejemplos de manipulación e incongruencia. Por supuesto su rechazo se basa únicamente en que el tal derecho es ilegal en España, en todo el mundo y en el espacio exterior interplanetario. Ni una mención a que en todos esos sitios un referéndum secesionista no es ilegal, no va contra las leyes básicas, sino que estas no lo contemplan y cuando un país se enfrenta al problema debe innovar. A la ilegalidad de la consulta añaden que como los catalanes, como casi todos los españoles excepto los que después serían el PP, votamos masivamente el sí a la Constitución, ahora a callar, porque aquello no ocurrió porque garantizaba el fin del franquismo, sino que era una rendición incondicional. Por supuesto ni mención de que AP, partido predecesor del PP, fue el único partido que no hizo campaña por el sí sino por la abstención y una parte importante del partido incluso se postuló por el no. Ahora, en 2014 los que no querían la Constitución, llegan a afirmar en el informe que los únicos textos constitucionales que hacen avanzar un país son los estables, es decir los que no se modifican.

Tienen la desfachatez de poner como ejemplo del buen trato dado a Catalunya el hecho de que nunca se ha suspendido la autonomía como ocurrió con Irlanda del Norte, olvidando que lo de Irlanda ocurrió en medio de casi una guerra civil. Es para preguntarles si conocen algún miembro del Catalan Republican Army.

La desfachatez sigue cuando afirman que el nuevo Estatut de 2006, “en la medida en que [gracias al recurso del PP] ha sido declarado constitucional, no sólo no se ha vaciado nada sino que se ha apurado al máximo la interpretación de la Constitución a favor de las potestades de la Generalitat”. O sea ¡Encima hemos de darles las gracias!.

Pero la desfachatez va en aumento porque en la página 32 reproducen unos párrafos de un dictamen del Tribunal Supremo de Canadá referido al Quebec que según ellos confirma la ilegalidad de un referéndum secesionista cuando en realidad se refiere a que incluso un resultado del referéndum favorable a la independencia exigiría para otorgarla modificaciones sustantivas de las leyes constitucionales.

Y lo que ya es el colmo de la desfachatez es afirmar, en relación al Canadá y el Reino Unido que “el fundamento de ambos procesos no es un principio democrático operativo por encima de las leyes, sino el cumplimiento estricto de sus diferentes previsiones constitucionales”, después de haber dicho en el mismo informe que no existe texto constitucional alguno que admita como legal y posible un referéndum secesionista.

En el segundo grupo de preguntas queda claro que la Catalunya independiente se arruinaría de tan catastrófica manera que para comer nos tendríamos que vender por piezas las obras de Gaudí, pero curiosamente no hay ni una sola referencia a como quedaría la economía española sin Catalunya, y en el tercer grupo describen una Catalunya independiente totalmente aislada y rechazada por todas las organizaciones internacionales, deteniéndose justo antes de afirmar que ni tan solo figuraría en las listas de los países del mundo clasificados por orden alfabético.

En la conclusión manipulan datos de encuestas varias sin reflejar ni por asomo la realidad: que la gran mayoría de catalanes preferiríamos llegar a un acuerdo que evitase la independencia, pero que ya estamos hartos y no queremos seguir como hasta ahora, y si no le vemos salida a la posibilidad de un acuerdo que de solución a los problemas económicos, culturales y lingüísticos, la alternativa es la independencia, por más duro que sea el camino. La única referencia a esta posibilidad está en este párrafo de las páginas finales: “que algo no funcione –algo de lo que la Generalitat es también responsable– puede ser origen de una propuesta de reforma, pero no justifica que se rompa un país”. ¿Dónde están sus propuestas de reforma?, ¿Cuántas han aceptado?, los pobres se han olvidado de que son los del NO, NO ,NO, hasta el infinito y más allá.

Y mientras se publica en Madrid este informe, en el Reino Unido aceptan que una eventual Escocia independiente use oficialmente la Libra Esterlina como moneda. Ellos están solucionando bien su problema y nosotros lo estamos empeorando cada día más, no se sabe bien con que objetivo.

FAES CATALUNYA