CEMENTERIO DE OCEÑO (Peñamellera Alta)

Por Vguerra
Aprovechando una ruta en bici por tierras de Peñamellera Alta , teniendo que subir a Oceño, camino de Trespandiu, nos topamos con el Cementerio de Oceño. allí encaramado en el altozano que preside el pueblo.Y coincidencia de las cosas, unos días atrás había estado trabajando en mi libro de MASONES DEL ORIENTE DE ASTURIAS, y sobre los INDIANOS MASONES  y salió a colación el nombre de Cándido Posada como notorio Teósofo,  y tenía la  secreta esperanza de encontrar la tumba de  éste  en dicho cementerios aunque es posible  que este esté enterrado en la isla caribeña de CUBA«Candido Posada nacido en Oceño, (Peñamellera Alta) el 12 de septiembre de 1904, y cuya aplicación dejaba a los vecinos boquiabiertos, pues con apenas 15 años ya le requerían sus convecinos para que ejerciese de maestro de primeras letras de sus vástagos. En 1920 embarca camino de Cuba donde ejerce un primer empleo en una bodega de Camagüey, a partir de 1925 empezará a dar a conocer sus primeras composiciones poéticas y prosa en los medios locales como La Región, El Camagüeyano y otros. Su sensibilidad la comenta el mismo cuando nos dice que «desde niño tenía buen oído musical y a veces reformaba la letras de las canciones populares sin que esta perdiesen el ritmo pero esa sensibilidad se va ir viendo acrecentada y se plasmará en habilosas composiciones en contacto con el dolor que me produjeron la lucha cotidiana, la injusticia, la deslealtad y la cobardía, comencé a trazar prosas y versos con la mayor naturalidad del mundo» haciendo como el mismo comenta de su «lira una horca». Su tenacidad superó las desconfianzas y pasó a procurarse su sustento en base a la pluma, dejando de lado la bodega, colocándose al servicio de la Sociedad Cultura y Benéfica de la Colonia Española. Fue un magnifico colaborador del director de la revista habanera El Progreso de Asturias que dirigía, por aquel entonces, Celestino Álvarez, y de cuyos trabajos editó el folleto Asturias en Cuba, luego pasó por otras redacciones como El Diario de la Marina. Colaboró con otro asturiano y masón Cesáreo González Naredo, editor y director de la revista Mundo Masónico, del que fue también jefe de propaganda, e ignoramos si fue miembro de la masonería, aunque es muy posible que sí. Su relación con la teosofía le viene por su pluma, pero también por su intensa actividad como conferenciante, entre las cuales se cuenta, una que impartió en 1933 en la Sociedad Teosófica de la Habana bajo el título de La dicha de los que sufren. Referencias a su vida las encontramos en el artículo el Entrevistador entrevistado que publicó en su folleto la revista Asturias en Cuba»
El cementerio de Oceño está dividido en dos partes, una nueva, compuesta por nichos, donde se pueden ver los apellidos oriundos de la zona, y luego la otra parte del cementerio la antigua que es más de enterramientos en tierra .Es una pena que no se pudiera entrar dado que las cancelas estaban cerradas,Victor GUERRA