En mi cole cambiamos de clase cada año y cuando llegué a la que me tocó el año pasado me encontré muy deteriorados los marcos de las ventanas que dan al pasillo y bastante sucias las paredes. Las primeras semanas de curso realizamos cenefas con series. Así solucionaba estos problemillas que tenía mi clase y preparaba a los niños para una actividad que íbamos a realizar en el rincón de lógica-matemática días después también sobre series. El resultado fue maravilloso, no sólo a nivel decorativo sino en cuanto al desarrollo de la actividad con los alumnos. Yo hice las cenefas con mis alumnos de 4 años en el tiempo de juego por equipos. Tengo dividido el grupo en 4 equipos y cada uno iba realizando la actividad un día a la semana durante una sesión de unos 20 minutos o media hora.
Primero corté un trozo de papel continuo como de metro y medio de largo y lo dividí en tiras de unos 10 cm de ancho. Usé este ancho porque iba a hacer las series de las cenefas estampando con esponjas y tenía que caber el dibujo en el ancho de la tira. El largo también lo elegí en función del espacio que quería tapar y de la longitud de dos mesas unidas, para que a los niños les fuese cómodo trabajar.
Los niños trabajaron en equipos pero dentro del equipo les subdividí en parejas y si eran impares, algún niño repetía después con otra pareja.
A cada pareja les asignaba un patrón con dos motivos diferentes (por ejemplo, corazón verde, estrella morada). Les comenzaba yo la serie estampando el patrón, después cada niño elegía el motivo que prefería, estaba presente mientras hacían una o dos repeticiones del patrón y continuaban ellos la serie hasta terminar la tira. Normalmente cada pareja hacía dos tiras, una con patrón AB (por ejemplo, corazón verde, estrella morada)
y otra con patrón ABB o AAB (por ejemplo, corazón morado, 2 margaritas rojas o 2 tulipanes rojos, una estrella morada). Cuando se secaban, dibujaban en el centro de las margaritas un punto amarillo o naranja también formando una serie por repetición del patrón AB.
Comenzamos con series sencillas porque era el principio de curso de 4 años y hacerlas en parejas y en tamaño grande era algo novedoso para ellos (que siempre habían trabajado las series individualmente en tamaño A4). Resultó una experiencia muy bonita sobre todo por la ayuda que se prestaron dentro de las parejas: “¡venga, que ahora toca corazón rojo!”, “¡no, que tienes que poner dos veces!”. Otra cosa que me encantó es que se concentraron muchísimo en “no perderse” y fallar. Mientras hacían su tira si hablaban sólo era para establecer los turnos y ni siquiera prestaron atención a los niños que estaban jugando en la casita justo al lado. A veces cuando trabajamos por equipos o por rincones hay maestras que creen que eso dificulta su concentración o que no les enseña a trabajar en silencio. Esto prueba una vez más que ambas cosas no son incompatibles siempre que la actividad sea suficientemente interesante para los alumnos.
Y matemáticamente supuso un avance enorme para algunos niños que solos eran incapaces de reconocer un patrón y repetirlo. Emparejándoles con alumnos que les podían ayudar consiguieron entender mejor lo que había que hacer y esto se notó cuando después hicieron series individualmente.
El resultado es el que veis. Nos quedó muy bonito el mural para colgar los dibujos de la figura humana y la ventana.
Si no tenéis esponjas de estampar ya hechas y no tenéis tiempo para hacerlas vosotros podéis estampar las bases de figuras de construcción o de envases de distinta forma o incluso hacer las cenefas pegando pegatinas, gomets grandes o figuras geométricas previamente recortadas de cartulinas o folios de colores.
¡Es una actividad muy sencilla para comenzar el curso y espero que la disfrutéis mucho!