SinopsisElla es una preciosa joven cuya vida idílica se viene abajo cuando su padre, un comerciante, se vuelve a casar tras la trágica muerte de su madre. Ella quiere apoyar a su querido padre y acoge en la casa familiar a su nueva madrastra y a sus hijas, Anastasiay Drisella. Pero cuando el padre de Ella muere inesperadamente, la joven se encuentra a merced de una nueva familia celosa y cruel que la convierte en su sirvienta. A pesar de la crueldad con la que la tratan, Ella no cederá a la desesperación y está dispuesta a cumplir las últimas palabras de su madre moribunda que le dijo que debía «ser valiente y generosa». Pero como en todos los buenos cuentos de hadas, siempre hay alguien que acude al rescate. Esta vez toma la forma de una bondadosa mendiga que, armada con una calabaza y un par de ratones, cambia para siempre la vida de Cenicienta.
Ficha Técnica Título original: Cinderella País: USA Año: 2015 Género: Fantasía, romance Dirección: Kenneth Branagh Interpretación: Lily James (Ella), Richard Madden (Príncipe), Cate Blanchett (Madrastra), Holliday Grainger (Anastasia), Sophie McShera (Drisella), Helena Bonham Carter (Hada Madrina / mendiga), Derek Jacobi (Rey), Stellan Skarsgård (Gran Duque) Guión: Aline Brosh McKenna y Chris Weitz Producción: David Barron y Simon Kinberg Fotografía: Haris Zambarloukos Diseño de producción: Dante Ferretti
Crítica El éxito de la, a pesar de lo que digan sus fans, escasamente burtoniana “Alicia en el País de las Maravillas” precipitó una ola de adaptaciones a imagen real de cuentos clásicos infantiles de inferior pero aún así suficiente recaudación en taquilla como para justificar nuevas entregas. Cinco años después seguimos sufriendo las consecuencias. Le toca el turno ahora a “La Cenicienta”, el nuevo paso dentro de esa tendencia disneyiana de acercar a las nuevas generaciones sus viejos clásicos. Aunque, en esta ocasión, existe una sutil pero importante diferencia. El film se perfila más como una nueva adaptación bastante fiel del cuento de Charles Perrault, mezclada con toques del formidable clásico animado de 1950 –básicamente el papel de los ratones y demás animales-. No hay vueltas de tuerca como en “Oz” o “Maléfica”, no trata de ofrecer el lado oscuro ni se separa demasiado de la obra original, a excepción de algún cambio que se produce durante los últimos veinte minutos de metraje y que funciona como mero relleno, pues no aporta nada al desarrollo de la historia que ya conocemos. Esta “Cenicienta” de Kenneth Branagh denota el gusto del director por los relatos de época y por las escenas de diálogo entre personajes. Al cineasta le interesa más la parte real que la mágica, que la hay, pero a la que no se le presta demasiada importancia. Está bien dirigida, bien ambientada, bien interpretada, musicalizada... Es simplemente eso, una adaptación muy elegante, bien empaquetada y servida. Pero más allá de eso, poco tiene que aportar, y dejará indiferentes a quienes las anteriores adaptaciones del estudio ya dejaron indiferentes. Se deja ver con facilidad, y hará las delicias de pequeños y mayores, y en general de espectadores poco exigentes, de doncellas en busca de sus príncipes azules, de madrastras no tan malvadas –un punto negativo importante, el personaje de Cate Blanchett no consigue transmitir la misma maldad ni rechazo que la de la película de animación, por ejemplo- y de todos aquellos que aún sueñen con los cuentos de hadas. Para todos ellos, el cuento será satisfactorio. Felices para siempre. NOTA: 4.5 sobre 10