No iba a escribir un post de este tipo porque de hecho creo que no he escrito nada personal en los años que llevo blogueando pero mi colega y amigo Mando me ha “picado” y he decidido que por qué no. Por qué no agradecer a tantos por tanto que me han dado este año. La verdad es que, como ya mis lectores saben, este año he sufrido un pequeño síndrome de inspiración, así que esto de agradecer es un buen motivo para ver si el 2013 me pilla con algo más de ideas sobre las que escribir.
El año que termina ha sido movidito, movidito. Muchas cosas y de profundo calado, que diría aquel (no recuerdo quien lo dijo pero me suena a frase contundente dicha por alguien de “peso”), han pasado y están pasando. No ha sido un buen año para la economía, ni la general ni la mía particular, claro, pero eso ya no es ninguna novedad en los últimos cinco años, así que lo mejor es no detenerse demasiado en ello y centrarse en otras cosas que podamos manejar.
Me pararé en lo bueno, que es, si no mucho, suficiente y siempre bienvenido en la cantidad que sea. En lo profesional, un año repleto de conferencias, donde he afianzado mi Postgrado en Marketing Online y mi involucración con el proyecto formativo en Social Media Marketing en EADA. Menos proyectos de los que me gustaría pero termina el año con dos start-up que pintan muy bien. De una hasta os puedo enseñar nuestra beta, una wishlist que llamamos It’s Happy y la otra una idea para creadores, productores y público en general que está en fase embrionaria.
A nivel personal varios acontecimientos que han significado un punto y seguido en mi vida (o a parte, aún no estoy seguro) y que me han hecho replantearme algunas cosas y que, de hecho, me las están haciendo replantear. Como digo en privado, y ya no sé si lo he dicho en público, el cambio es algo lento y constante… y permanente. No se logra en un día pero cuando empiezas ya no paras, y cada nuevo acontecimiento te lleva inexorablemente hacia el objetivo que esperas alcanzar. Lo que sí he repetido muchas veces es aquello de que “El cambio siempre es bueno porque para lo malo es bueno y para lo bueno no es malo“. Y vive Dios que lo voy a seguir a pies juntillas (ya veis que estoy un pelín poético hoy).
No voy a entrar en personalismos por aquello de no dejarme a nadie en el tintero. Estoy más que seguro que ellos y ellas saben a quienes me refiero.
A los que confiaron en mi para que formara a nuevos profesionales, para que tirará adelante un proyecto formativo nuevo, para que explicara mi experiencia o para que aportara mi know-how a nuevas ideas en negocios digitales, gracias. Gracias por confiar en mi. Gracias por tanta responsabilidad. Gracias por la presión. Gracias por dejarme acompañaros en vuestros proyectos.
A los viejos-jóvenes amigos que reencontré este año, a los amigos de siempre que supieron perdonarme por cualquier cosa y que me soportaron, a los que siguieron invitándome para que les acompañara en sus tardes y noches de cervezas y a las personas que se cruzaron en mi camino este año por primera vez, gracias. Gracias por pensar que mi compañía tiene valor. Gracias por darme un poco de vosotros. Gracias por escucharme con paciencia. Gracias por las noches de xarrameca. Gracias por aquello de que “nadie se cruza en tu camino por casualidad y tu no entras en la vida de nadie sin ninguna razón“. Gracias por lo que aún tenéis que darme este próximo año.
Porque lo que más me importa de este año que se nos va es lo bueno que me traerá en el 2013. Es la inercia que me da para que en el 2013 pueda decir que era cierto eso de que “lo mejor estaba por llegar“. Porque así será. Lo sé.
Y por último, gracias a mis lectores y a mis suscritores. Espero que este próximo año tenga más y mejores post para vosotros que sois la razón de ser de este blog.
¡Que tengáis un gran 2013!