Centrifugados (y 4): Pablo García Casado:

Publicado el 18 noviembre 2016 por David David González


Detesto la melancolía. Lo confesé en Plasencia el pasado mes de febrero. Eduardo Moda me lo recriminó y llevaba razón, hay excelentes poemas melancólicos.
Hay quien adora la bechamel. Yo la detesto. Hay quien vive feliz en la zona de confort del poema. Es una forma de estar en el mundo: una poesía de baja intensidad, aquella que cumple el expediente. Emociones blandas, de tarde de domingo, correcta sintaxis.
Me siento centrifugado, aunque la vida literaria me haya tratado bien. Me siento así porque bebí de otras fuentes, arqueando las cejas frente a devociones filológicas. Me siento centrifugado porque aspiro a escribir el otro lado de las cosas.
Me siento centrifugado aunque a veces pueda ponerme melancólico.
Pablo García Casado. Centrifugados. Ediciones Liliputienses, 2016.