Cerámica andalusí y vida cotidiana en Murcia. Algunas cerámicas islámicas del Museo de Santa Clara.
El Museo de Santa Clara se encuentra en pleno centro de la ciudad de Murcia y ocupa parte del Real Monasterio de Santa Clara, clausura donde residen las Hermanas Pobres de la Orden de Santa Clara. El complejo arquitectónico que integra el museo constituye uno de los conjuntos monumentales más destacados de de Murcia.Dice la historia que extramuros de la Medina de Murcia el rey murciano Ibn Mardanís, el rey Lobo, edificó una residencia de recreo que llamó Al Dar Sugra, o Alcazar Seguir. Los almohades lo arrasaron a comienzos del siglo XII. Medio siglo más tarde fue reedificada por Ibn Hud Mutawakkil, pasando a denominarse el Alcázar Hudí.
De residencia palacial de recreo de la nobleza durante los siglos XII y XIII pasó a ser, desde el XIV, edificio religioso y convento de clausura, cuya dilatada vida ha permitido la conservación de este patrimonio.
Se expone una amplia representación de cerámica característica de este período: desde las primeras producciones con decoración verde manganeso, de época califal, a las espléndidas jarras esgrafiadas de los siglos XII- XIII, así como ajuares utilitarios y sencillos propios del ámbito doméstico andalusí.
Detalle de la decoración incisa e impresa del soporte arquitectónico o maqueta.
Al final se exponen cerámicas mudéjares de transición entre el mundo medieval islámico y el cristiano.
Hemos reservado para el final esta evotadora muestra de pintura mural, temple sobre estuco, una rareza por tratarse de representación de un rostro, un flautista, y, además de gran belleza en el trazo y colorido.
Adaraja o ladrillo superpuesto en el muro y destinado a servir de trabazón con distintos fines, que perteneció a una cúpula de mocárabes del palacio del Rey Lobo, datado en la segunda mitad del XII.