Estos animales tienen la desgracia de ser los primates más utilizados en la investigación biomédica.
Cuentan con una cola que es más larga que el propio cuerpo y tiene la punta de color negro. Su pelaje varia desde el color gris al verde oliva (dependiendo de la subespecie). Las extremidades son de color negro, junto con sus orejas y la cara, tiene una banda blanca por encima de ella, y también está enmarcada por mechones blancos en las mejillas.
Tienen dimorfismo sexual, los machos llegan hasta 65 centímetros de longitud y pesan unos 8 kilos, mientras que las hembras pueden llegar a 55 centímetros y su peso es de 5 kilos.
Son omnívoros, consumen tanto materia vegetal, como insectos, huevos y pequeños vertebrados. Aunque las hojas y los brotes constituyen su principal fuente de alimentación, junto a la corteza de los árboles, flores y frutas.
Con frecuencia, se acercan a los campamentos y lodges de los safaris buscando robar comida. Pueden resultar muy graciosos e interaccionan con frecuencia con los humanos, aunque nunca hay que olvidar que son animales salvajes.
Son animales arbóreos que pasa la mayor parte de su tiempo en los árboles donde se sienten más seguros. A pesar de que bajan bastante al suelo en busca de comida y agua.
Son diurnos por el día están buscando alimentos y por la noche duermen en los árboles.
Son animales muy sociables y se le pueden encontrar en grupos de 10 a 70 individuos.
Investigadores de la Universidad de California han descubierto que son capaces de emitir distintos sonidos para referirse a la presencia de un depredador: Distinguiendo a los leones, de las águilas o de las serpientes. Estos chillidos inducen a los monos cercanos a refugiarse en lugares adecuados según la situación. Por ejemplo, una vez emitido el sonido del águila, se aplastan contra el suelo, entre las matas.
Calificación de la UICN: