Cerdos y gallinas

Publicado el 10 febrero 2015 por Aleon @Aleonpizarro
de Carlos Quilez.

Título: Cerdos y GallinasAutor: Carlos QuilezEditorial: Alrevés, 2012Páginas: 288.
Resumen oficial.
La periodista Patricia Bucana (protagonista en otra novela del autor) se lanza a la apasionante misión de desentrañar la verdad en un mundo marrullero, confuso y podrido en el que nada es lo que parece ni nada es lo que debería ser.Sus averiguaciones y su implicación la empujan al precipicio, a las cloacas de la sociedad. 
Cerdos y Gallinas habla de corrupción policial y periodística, de un mundo gris de traiciones y mentiras. Nos sitúa en el punto exacto en el que están las relaciones entre jueces, policías, periodistas y la delincuencia organizada, tanto la de pistola en ristre, como la de cuello blanco.
Es la novela más arriesgada de Carlos Quílez, escrita a borbotones, con la pasión de quien no entiende la vida de otra forma.
Impresión personal.
No he llegado a contar cuantos delitos y cuántos tipos de ellos aparecen en este libro pero son muchos sin ninguna duda y, casi todos ellos, interrelacionados y con actores que van desde delincuentes habituales hasta policías, jueces, periodistas y políticos corruptos. Efectivamente, Cerdos y Gallinas es un libro que cuenta una historia cruda, cruda por lo dura y cruda porque supongo que pertenece a la "cruda" realidad. Nos encontramos asesinatos y atentados, tráfico de drogas, pornografía infantil y trata de menores, prostitución, tráfico de armas y corrupción, mucha corrupción entre quienes estarían llamados a perseguir todos estos delitos. 
La trama se desarrolla en Barcelona, aunque sus hilos llegan a otros lugares, no sólo de España sino de latinoamerica. En ella interviene como protagonista principal Patricia Bucana, periodista de un prestigioso periódico catalán que debido a su amplia experiencia, tiene confidentes en los cuerpos de seguridad del Estado (guardia civil y policía nacional), entre los Mossos d'Esquadra y también entre delincuentes relacionados con el mundo de la droga o de la prostitución. Bucana investiga directamente varias tramas diferentes que, aunque aparentemente, no tienen nada que ver, acaban confluyendo y todas están entrelazadas. Me ha gustado especialmente este personaje por su realismo y también por su valentía en un entramado muy complejo y peligroso. Patricia tiene un conocimiento profundo de este mundo de delincuencia y del entramado de relaciones (malas relaciones) entre los diferentes cuerpos de seguridad. Aún así, durante la investigación siente miedo propio, rabia y consternación al darse cuenta de que, sabiendo lo que cree que sabe, resulta utilizada por unos y otros. También me ha gustado que la investigación recaiga sobre un civil en vez, como habitualmente, de policías o detectives privados, aunque ellos participan en toda la trama , como es obvio.
La novela está escrita con un lenguaje muy realista propio de cada uno de los personajes. A veces he tenido alguna dificultad en saber de que hablaban en esa "jerga" propia pero "San Google" me ha socorrido de manera adecuada. A veces el lenguaje es tan duro que resulta soez pero es que la realidad de la historia que se está mostrando es así de cruda y de basta. Algunos de los protagonistas resulta impresentable a nivel personal y moral y eso se refleja en su manera de hablar y de expresarse. En este sentido, el autor demuestra un profundo conocimiento de este mundo así como del entramado de relaciones y descoordinación que se producen entre las fuerzas de seguridad españolas. 
En realidad, si el mundo de delincuencia que se dibuja en la novela es doloroso, resulta aún más sangrante ver no sólo la descoordinación de las diferentes "policías", sino el odio y el juego sucio que se produce entre ellas. La novela plasma, en este sentido, una pésima colaboración entre las fuerzas dependientes del Ministerio a nivel nacional y la policía catalana, llegando incluso a competir y a tenderse trampas entre ellos para ganar un caso y a quedar en ridículo al contrario.
Por otro lado, además de esto, la novela nos habla de corrupción; corrupción política y en los medios de comunicación donde el poder del dinero se ha impuesto por encima del derecho a la información veraz y profesional de todos los ciudadanos. También otra subtrama nos cuenta el funcionamiento del fraude entre políticos y propietarios de terrenos con el fin de especular mediante la modificación de los planes de urbanismo y la recalificación de terrenos. Hay otras subtramas a lo largo de la novela y todas interrelacionadas y conectadas con el caso principal del que parte la misma. Por ello, intervienen muchos personajes secundarios y muchas líneas de investigación donde la policía más que colaborar, se va pisando entre ella.
En conclusión, Cerdos y gallinas (no cuento el porqué del nombre) es un libro duro y rudo, realista y crudo, tanto como cada uno de los casos que aparecen y los personajes que intervienen en ellos. Bien escrito con un lenguaje tan propio de las situaciones y los protagonistas que te pareciera que estuvieras presenciando de cerca las escenas. Repetiré con este autor, sin duda.