Título: Cerdos y GallinasAutor: Carlos QuilezEditorial: Alrevés, 2012Páginas: 288.
Resumen oficial.
La periodista Patricia Bucana (protagonista en otra novela del autor) se lanza a la apasionante misión de desentrañar la verdad en un mundo marrullero, confuso y podrido en el que nada es lo que parece ni nada es lo que debería ser.Sus averiguaciones y su implicación la empujan al precipicio, a las cloacas de la sociedad.
Cerdos y Gallinas habla de corrupción policial y periodística, de un mundo gris de traiciones y mentiras. Nos sitúa en el punto exacto en el que están las relaciones entre jueces, policías, periodistas y la delincuencia organizada, tanto la de pistola en ristre, como la de cuello blanco.
Es la novela más arriesgada de Carlos Quílez, escrita a borbotones, con la pasión de quien no entiende la vida de otra forma.
Impresión personal.
No he llegado a contar cuantos delitos y cuántos tipos de ellos aparecen en este libro pero son muchos sin ninguna duda y, casi todos ellos, interrelacionados y con actores que van desde delincuentes habituales hasta policías, jueces, periodistas y políticos corruptos. Efectivamente, Cerdos y Gallinas es un libro que cuenta una historia cruda, cruda por lo dura y cruda porque supongo que pertenece a la "cruda" realidad. Nos encontramos asesinatos y atentados, tráfico de drogas, pornografía infantil y trata de menores, prostitución, tráfico de armas y corrupción, mucha corrupción entre quienes estarían llamados a perseguir todos estos delitos.
En realidad, si el mundo de delincuencia que se dibuja en la novela es doloroso, resulta aún más sangrante ver no sólo la descoordinación de las diferentes "policías", sino el odio y el juego sucio que se produce entre ellas. La novela plasma, en este sentido, una pésima colaboración entre las fuerzas dependientes del Ministerio a nivel nacional y la policía catalana, llegando incluso a competir y a tenderse trampas entre ellos para ganar un caso y a quedar en ridículo al contrario.
En conclusión, Cerdos y gallinas (no cuento el porqué del nombre) es un libro duro y rudo, realista y crudo, tanto como cada uno de los casos que aparecen y los personajes que intervienen en ellos. Bien escrito con un lenguaje tan propio de las situaciones y los protagonistas que te pareciera que estuvieras presenciando de cerca las escenas. Repetiré con este autor, sin duda.